Cambiemos, tercero: Una ecuación que alarma a la Rosada

Cambiemos, tercero: Una ecuación que alarma a la Rosada

Una encuesta ubica al Pro tercero en las elecciones legislativas bonaerenses de este año. La respuesta de Macri será caminar la provincia con Vidal. Hay preocupación por el resultado en el Conurbano.


Los números de las encuestas que maneja el Gobierno nacional con respecto a las elecciones legislativas bonaerenses, que se realizarán en unos siete meses, sembraron una fuerte preocupación en las oficinas de los dirigentes con responsabilidades políticas. Más aún, teniendo en cuenta que su mejor carta de futuro -María Eugenia Vidal- podría ser la afectada, aunque no sea ella la que compite directamente.

Management y Fit, la encuestadora que dirige Guillermo Seita, que suele trabajar para el Pro, realizó en los últimos días de diciembre un relevamiento en la Provincia de Buenos Aires que encendió las alarmas. En ella, la fórmula de Cambiemos que conforman Jorge Macri (Diputados) y Lilita Carrió (Senadores) sumó apenas el 18 por ciento y quedó relegada al tercer lugar. Los dos primeros lugares son para la fórmula del Frente Renovador que integran Sergio Massa y Margarita Stolbizer, que obtuvo el 35 por ciento, seguida a poca distancia por la del Frente para la Victoria que conforman Daniel Scioli y Cristina Fernández de Kirchner, con el 29,7 por ciento. Hay todavía un 9,2 por ciento de indecisos.

En este mismo trabajo, la aprobación de la gestión de Macri cayó al 39,1 por ciento, mientras que la desaprobación sobre su gobierno trepó hasta el 52,1 por ciento. Paralelamente, la aprobación que cosecha Vidal tranquilizó algunos espíritus, ya que que ascendió al 56,9 por ciento, con un bajo 34,4 por ciento de rechazo.

La imagen positiva de Vidal vuelve a sembrar la esperanza de Cambiemos, ya que lidera la lista con amplitud, con el 70,5 por ciento a favor y un 24,9 por ciento en contra. Segundo figura Massa, que alcanza el 61,9 por ciento; seguido por Facundo Manes (60,8); Stolbizer (59,9) y Florencio Randazzo, que hasta ahora se mantiene en las sombras, pero alcanza el 58,8 por ciento. Macri, por su parte, alcanza una imagen positiva del 52,2 por ciento y una negativa del 44,5 por ciento, por encima de CFK y de Scioli.

La fortaleza del peronismo en la provincia, en una época de crisis y dispersión que lo dejó fuera del poder en 2015, queda evidenciada en un dato importante. Si el candidato del Frente Renovador no fuera Massa, su fórmula quedaría segunda en la lista, ya que en un escenario en el que compitieran Roberto Lavagna con Stolbizer alcanzaría el 28,6 por ciento, detrás de la fórmula Kirchner-Scioli, que crecería unos puntos, hasta el 31,4 por ciento. Con este panorama, si la fórmula del oficialismo fuera Macri-Ocaña, apenas llegarían al 14,3 por ciento.

A pesar de que el tigrense tiene mandato como diputado hasta 2017, esta circunstancia lo obligaría a bajar a la arena política y jugar, teniendo en cuenta que su proyecto político sólo sobrevivirá si consigue el triunfo en agosto.

Lo peor para Cambiemos es el bajo nivel de conocimiento que tienen algunos candidatos que podrían ser la alternativa. La única que tiene un alto nivel de conocimiento es Carrió, pero Jorge Macri tiene el 62,7 en este rubro, seguido por Esteban Bullrich (62,3); Manes (40,1); Carolina Stanley (34,1) y Gladys González (16,7).

Estos guarismos tuvieron una derivación inmediata, que tuvo que ver con la lectura que hicieron de ellos el propio Mauricio Macri y la gobernadora. Desde que el primero regresó de sus vacaciones, se reunió hasta este jueves 12 de enero, al menos cuatro veces con Vidal. El objetivo es diseñar una serie de recorridos sorpresa, que se realizarán a lo largo del año, en especial en algunas zonas del conurbano que le son adversas a la coalición del Gobierno.

Las caminatas “casuales” serán sopresivas, para evitar escraches y abucheos. La ceremonia será la habitual de Macri: timbreos, apariciones repentinas y retiradas rápidas. Recorrerán juntos -el presidente y la mandataria bonaerense- algunas cuadras, sin revelar previamente las visitas. Saben que entrarán en territorios que no les son propicios y evitarán así el accionar de sus adversarios políticos. No hay peor timbreo ni peor visita que los que incluyen abucheos, porque eso desdibuja la imagen de los que los sufren.

De todos modos, también esta circunstancia muestra, de alguna manera, la crisis en la provincia, un territorio en el que la imagen de la gobernadora se mantiene en un nivel alto de aceptación, en tanto que se hace patente que las medidas tomadas en el área económica impactaron negativamente en la opinión pública. Y en la figura del presidente, naturalmente.

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