Ciertas actitudes de la diputada nacional Elisa Carrió son contradictorios. A pesar de que dice apoyar al Gobierno de Cambiemos y al presidente Mauricio Macri, no para de hacer acusaciones contra funcionarios muy cercanos del Jefe de Estado. En algunos de esos casos se trata de buenos amigos del ingeniero.
Este miércoles, la líder de la Coalición Cívica-ARI presentó un escrito en los tribunales federales de Comodoro Py, para que se investigue al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas (reconocido amigo de Macri) por las transferencias de más de medio millón de dólares que recibió en transferencias bancarias, en septiembre de 2013, por parte de un operador de la firma Odebrecht, quien fue condenado en Brasil por el caso Lava Jato.
Es sabido que Arribas tiene una posición económica absolutamente desahogada desarrollada como empresario de futbolistas, y que tiene propiedades en San Pablo y Londres, antes de esta supuestas maniobras. Suena un poco raro que estas transferencias sean parte de lo que fue publicado hoy en el diario la Nación, también podrían ser parte de su trabajo profesional, pero ante el silencio hasta el momento habrá que investigarlo, obviamente.
Otra de las supuestas amigas del Pro, Graciela Ocaña la legisladora de Confianza Pública, también se sumó a la denuncia realizada por Carrió. Y tiene pensado realizar una presentación judicial para pedir que se indague a Arribas por el dinero que giró el operador financiero Leonardo Meirelles a su cuenta en Suiza.
La legisladora, además, solicitó que el Presidente aparte al funcionario de su cargo, como lo hizo con el titular de la Aduana, Juan José Centurión , hasta que se aclare su situación.
Por su parte, Arribas negó las acusaciones en su contra, y se puso a disposición de la Justicia.