El Código Urbanístico reemplazará al actual Código de Planeamiento y luego se tratará en la Legislatura de la Ciudad para una aprobación “express”.
Esta ley resulta ser una de las más importantes de la Ciudad por su carácter amplio y abarcativo, ya que regulará los principales aspectos de la construcción y vida de la Ciudad: servicios públicos, qué y cuánto se puede construir en cada parcela de la ciudad, las vías y espacios públicos, la distribución de la riqueza que genera la sociedad porteña, espacios verdes y la privatización de la tierra pública.
También controlará la protección del patrimonio, el equipamiento urbano, los procesos de reurbanización de villas y otros sectores de la ciudad, el ambiente urbano, derechos urbanos, herramientas urbanas de regulación del suelo, el mercado inmobiliario y de alquileres, la distribución de cargas y beneficios de las políticas urbanas y del mercado, etc.
Y, según del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC), Manzana 66 y Queremos Buenos Aires, es necesario el control de los movimientos del Estado en esta materia, por lo que se encuentran consensuando propuestas que desde las asambleas, organizaciones sociales y ciudadanía en general van a peticionar que sean incorporadas al nuevo Código Urbanístico y crear una Carta del Derecho a la Ciudad.
Según plantean las entidades mencionadas, el Gobierno de la Ciudad habría centrado la participación de este proyecto en “reuniones con desarrolladores inmobiliarios y sus técnicos. Es decir, solamente prestó atención a los que lucran con la Ciudad, a los que tienen intereses puramente económicos”. Por eso, éstos abren nuevas instancias de participación ciudadana donde cada porteño podrá aportar sus ideas, opiniones y propuestas.