Desde que el Gobierno de la Ciudad anunció sus proyectos de construcción de la Villa Olímpica dejó en claro que los planes de obra no serían compartidos con los vecinos porteños.
Por esto mismo, desde la Villa 20 de Lugano organizaron una Mesa de Urbanización a fin de solicitarle al Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta participar activamente del planeamiento de su urbanización (obra que va de la mano de la Villa Olímpica por su proximidad) alegando que ellos conocen esas tierras con exclusividad y que podrían aportar datos para evitar lo que ahora, al menos en apariencia, sucede: errores de construcción.
Este martes, las fuertes lluvias que azotaron a la Ciudad y Gran Buenos Aires resultaron ser, paradógicamente, la gota que rebalsó el vaso de la paciencia de los vecinos que sufrieron inundaciones de hasta un metro de agua.
A ciegas, por no poder acceder a los planeamientos de las obras, Rubén Martínez, vecino de la Villa 20, indicó a NU que su barrio viene percibiendo que “desde que comenzaron las obras para la Villa Olímpica, las inundaciones se vuelven cada vez más grave”. Por eso mismo, ingenieros villeros se proponen realizar estudios para verificar de qué manera afectan, con exactitud, las construcciones en sus problemas de drenaje y cloacas.
Lo que previo a las obras no sucedía en esta magnitud, ahora se volvió frecuente: “Pedimos ayer a Edesur que se hiciera presente para el corte de luz a causa de las inundaciones pero no tuvimos ninguna respuesta. Sí aparecieron bomberos que cortaron el suministro eléctrico pero para entonces un nene quedó pegado a un cable y casi muere electrocutado”.
Resulta que la Villa 20 cuenta sólo con un caño de desagüe de agua pluvial que desemboca en “el lago del autódromo”. “El tema es que los vecinos, y me incluyo, al no tener respuesta por parte del Estado con respecto al tema del desagüe cloacal, metimos todo junto en este desagüe, cuyas aguas negras y el agua de lluvia se mezclaban y se iban por las napas. Pero ahora, al haber esta construcción nueva (por la Villa Olímpica) algo cambió y produce estos rebalses”, explicó Martínez, indicando que el agua de la inundación también contiene los desechos del barrio que “corroen y oxidan los metales”, provocando que todo lo que toque, se pierda.
“En especial la gente de la Manzana 22 y 26, perdieron heladeras, camas, colchones, televisores y todo tipo de electrodomésticos”, continuó.
Asimismo, indicó que las respuestas oficiales ante lo sucedido no llegaron a ninguna solución. “Contactamos a Juan Ignacio Maqueira (del Instituto de la Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires) y le mandamos fotos de las inundaciones, a lo que respondió que le avisaría a la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS) para que se hiciera presente, pero no sucedió. Incluso, la única respuesta que nos dan desde el Gobierno es que está todo mal entre el Ejecutivo de la Ciudad y el de la Nación, lo cual nos parece totalmente un chiste porque pertenecen a la misma fuerza política”, arremetió el vecino de la villa y concluyó: “De esta manera la situación de desidia en la que vivimos se alarga, sin presencia del Estado incluso en proceso de urbanización”.
Los vecinos de la #Villa20 enviaron a @noticiasurbanas cómo comenzaban a inundarse sus casas ayer. pic.twitter.com/s0hElLkod1
— Noticias Urbanas (@noticiasurbanas) February 22, 2017
Así comenzaban a inundarse, este martes, las calles de la #Villa20. pic.twitter.com/o5p6a45Lob
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