La conformación de la alianza Cambiemos sigue generando ciertas rispideces en el seno de la Unión Cívica Radical (UCR). La interna volvió a salir, luego de que el sector liderado por Ricardo Alfonsín y Casella, expresara su “creciente malestar y preocupación” por el rol que juega el partido en el Gobierno de Mauricio Macri.
Alfonsín y Casella advirtieron sobre el “riesgo de extinción” de la UCR y de “oligarquización” de su conducción, encabezada por José Corral, y reclamaron un “debate profundo” que “reafirme su condición progresista”.
Promovido por Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella, medio centenar de dirigentes de todo el país se reunieron días atrás en la sede de la Fundación Ricardo Rojas, en un encuentro donde se escucharon fuertes criticas a las políticas desplegadas por la Casa Rosada y reclamos a la conducción partidaria encarnada por el titular del Comité Nacional, José Corral y su antecesor en el cargo, el ex senador nacional, Ernesto Sanz.
Del encuentro participaron además de Casella, los dirigentes Miguel Bazze, Juan Octavio Gauna, Miguel Ponce, Pedro Calvo, Mabel Bianco, Alberto Conde, Gustavo Grispun, Pascual Capelleri, Guillermo Moreno Hueyo, Fernando Armagnague, Marcelo Canay, Roberto Conde, Luis Menuci, Jorge Cobos, Juan Portessi, Juan José Cavallari, Eduardo Zimmerman, Víctor De Martino y Juan Manuel Moure, entre otros.
La reunión contó con la adhesiones de dirigentes históricos del radicalismo, como Federico Storani, Aldo Neri, Raúl Galván, Roberto Bereciartúa y Angel “Pini” Elías.
El “riesgo de extinción” de la UCR y la “preservación” de su identidad como “fuerza progresista” fueron los ejes de la reunión, en la que se reclamó que tanto en la cumbre de Villa Giardino, que se realizará el 24 y 25 de este mes en la localidad cordobesa, como en la Convención Nacional, que será convocada para constituirse, el temario incluya como primer punto el debate la situación partidaria y la relación de la UCR con Cambiemos.
El grupo encabezado por Alfonsín y Casella llamó a la “defensa” de la UCR, la “preservación de su identidad histórica, de sus valores y la ratificación de sus políticas permanentes en materia de distribución del ingreso, enseñanza pública, relaciones internacionales, derechos humanos y garantías éticas por parte de los gobernantes, en clara reafirmación de su condición progresista”.
Además, señalaron que la preservación de la “identidad partidaria” requiere pronunciamientos “claros y permanentes acerca de cada una de las cuestiones que afecten al pueblo, que deben apoyarse en el trabajo sistemático de los recursos técnicos con que cuenta y constituir una manifestación de coherencia ideológica y valorativa”.
En una obvia alusión al acuerdo que llevó adelante el dirigente radical Ernesto Sanz, con Mauricio Macri, los radicales disidentes alertaron sobre el peligro de que el partido quede “absorbido” por el Pro, convertido en una de sus líneas internas, pierda poder de “influencia” en la sociedad por carecer de “posturas claras” sobre “los temas centrales de la sociedad” y que quede “extinguido por el fracaso, circunstancia que se produciría si el gobierno de Cambiemos termina siendo derrotado electoral o políticamente”.