A pesar de que está contra las cuerdas, el intendente de Cambiemos de Olavarría, Ezequiel Galli, intenta resistir y empezó a tirar gente por la ventana. De esa manera, echó a su jefe de Gabinete y padrino político Jorge Larrache, con el objetivo de quedar mejor parado para la interpelación que le hará el Concejo Deliberante, donde tiene sólo 5 de 20 concejales.
Larreche, un histórico dirigente del Partido Justicialista que en la ola de Cambiemos vio su oportunidad de ganarle a Eseverri tras 20 años de derrotas, pero sabía que no podría poner la cara y asesorado por Emilio Monzó optó por Galli, hijo de un amigo suyo y con sólo 36 años.
Su imagen escoltándolo en la conferencia de prensa posterior al trágico recital graficó esa relación. Larreche manejó el Gabinete a gusto en el primer año de Gobierno. Hace un año logró desplazar a Sergio Sarachu como secretario de Desarrollo local, para quedarse como mandamás del municipio.
Su figura resaltó aún más cuando se conoció un audio en el que el entonces jefe de Gabinete especulaba con el ingreso de 300 mil personas en el predio “La Colmena”, donde Galli diría después que sólo podían ingresar 170 mil personas.
Ante el Concejo Deliberante, el intendente confía en que la mayoría opositora prefiere su continuidad antes que el retorno de José Eseverri, a quien sólo le responden 5 concejales pero respalda la mayoría de la población. Consideró un alivio que las pericias determinaran que las muertes ocurrieron por fue por intoxicación y no por sofocación, o sea, producto de la avalancha.