El nombramiento del nuevo presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad no es tema judicial, por el contrario es un tema netamente político. No se trata de los méritos jurídicos que el candidato posea sino de la muñeca política que tenga el sucesor de Enzo Pagani para llevar adelante uno de los objetivos principales del Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta: el traspaso de la Justicia a la Ciudad.
“Enzo era ideal para ese lugar porque tenía las dos cosas, manejaba lo político y lo judicial. Su reemplazante deberá tener el mismo perfil”, le dijo un legislador del Pro a Noticias Urbanas.
Entonces, los pasos a seguir son los siguientes: la Legislatura deberá nombrar al sucesor de Pagani, ya que el lugar vacante le corresponde a la Legislatura. El nombre que se decida se integrará al plenario de consejeros y ellos a través de una votación, elegirán al nuevo presidente. El mismo saldrá de los nueve que integran el plenario de consejeros.
Lo que también es un hecho, es que el nuevo presidente deberá contar con el visto bueno del jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, por eso, el candidato que proponga la Legislatura antes deberá ser aprobado por el jefe comunal.
Luego de la muerte de Pagani, picaron en punto tres candidatos: Marcela Basterra (vicepresidenta del Consejo de la Magistratura de la Ciudad), Alejandro Fernández (presidente de la Comisión de Fortalecimiento Institucional y Planeamiento Estratégico del Consejo de la Magistratura, consejero del Pro y hombre de buena relación con el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo) y Silvia Bianco (directora general de Administración y mujer de Sebastian De Stefano, exconsejero y hombre de confianza del presidente de Boca, Daniel Angelici).
Según lo que pudo saber NU, Basterra tiene méritos jurídicos para llegar a la presidencia pero le faltaría experiencia política para negociar con los sindicatos judiciales y los jueces que se oponen al traspaso.
A estos tres candidatos se les puede sumar un tapado ya que la última palabra la tendrá exclusivamente Larreta. La necesidad de que el traspaso de la Justicia se haga de manera efectiva y rápida, no deja lugar a improvisaciones.
