La ampulosidad que con el paso del tiempo adquirieron ciertas palabras muchas veces terminan licuando su significado original. Con la palabra justicia sucede algo parecido. En un rapto de optimismo cínico, el novelista estadounidense Paul Auster dijo que “si la justicia existe, tiene que ser para todos; nadie puede quedar excluido, de lo contrario ya no sería justicia”.
En la causa judicial que mantiene detenido al que era jefe de la Policía de la Ciudad, el comisario José Pedro Potocar, tanto la fiscalía como la defensa del acusado y los actores políticos porteños (oficialismo y oposición) mantienen una fe ciega en la Justicia. El inconveniente es que cada uno de ellos tiene una visión particular de lo que debe ser la Justicia. Sin embargo, lo único que no se puede discutir son los hechos.
Noticias Urbanas accedió a una información que podría complicar la situación judicial de Potocar. A la causa que investiga el mediático fiscal José María Campagnoli, y en la que acaba de ser procesado Potocar, en la que se denunció que un grupo de policías les cobraban a los comerciantes del barrio de Núñez entre 1.500 y 3.000 pesos por mes para brindarles “protección”, mientras que a los “trapitos” les cobraban entre 400 y 500 pesos por día para permitirles trabajar, se agregarían otras referidas a la actuación en los anteriores destinos que tuvo en la Policía Federal el ahora detenido exjefe de la Policía porteña.
Las acusaciones están referidas a cuando Potocar estuvo al frente de la Comisaría 1ª (Lavalle 451, en la city porteña), de la Comisaría 3ª (Tucumán 1560, en la zona de Tribunales) y de la Comisaría 17ª (Las Heras 1861, en el barrio de Recoleta). Las tres dependencias fueron denunciadas en su momento por tener vínculos y brindarles protección al narcotráfico, a los prostíbulos y a la trata de personas. A eso se sumaría la actuación de Potocar en la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal.
Las primeras denuncias se realizaron en 2009 y se volvieron a realizar en 2013. Todas señalaban el accionar de las comisarías en las cuales Potocar había sido o era jefe.
En 2013, la denuncia que hablaba sobre los lugares de venta de drogas fue investigada por el fiscal Federico Delgado.
Legisladores de la oposición pretenden que todas esas denuncias vuelvan a ser tenidas en cuenta por la Justicia y que Potocar responda por ellas.
Pero la trama judicial tiene varias patas: desde la defensa de Potocar y desde cierto sector del Pro y del Gobierno de la Ciudad también se analizan y se ponen en marcha ciertas estrategias.
Todos apuestan a que la Sala VII de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional porteña falle a favor de Potocar. A pesar de que los camaristas Mariano Scotto y Mauro Divito rechazaron el pedido de nulidad de la causa presentado por la defensa, no actuarían de la misma manera en el pedido de excarcelación. Fuentes consultadas por Noticias Urbanas señalaron que es probable que se le otorgue ese beneficio. “No hay posibilidad de fuga, Potocar fue un alto jefe de la Federal y de la Policía de la Ciudad y no se va escapar, ya lo dijo públicamente. Si la Cámara falla a su favor el paso posterior es ir por Campagnoli y pedir que sea apartado de la causa”, le dijo un allegado de la defensa a este medio.
Divito cobró notoriedad gracias a su fallo a favor de Uber, y Scotto tendría buena llegada a un sector del Pro.
La defensa de Potocar tiene esperanzas en lo que resuelva la Cámara. Pero como en todo juego en donde las estrategias de los contendientes se enfrentan, la Justicia siempre termina fallando de una manera en que los protagonistas dudan de su accionar. Esto siempre pasa cuando hay beneficiados y perjudicados.