“En aquella ocasión fue como si me hubiera elegido a mí de entre toda esa multitud”, escribió el autor noruego Jostein Gaarder. La frase sirve como disparador introductorio a la danza de nombres que pugnan por suceder al fallecido Enzo Pagani al frente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad.
El jueves 20 de abril será un día clave. Ese día, la Legislatura nombrará formalmente al reemplazante de Pagani como miembro del plenario del Consejo. Aunque es solo un trámite porque el nombre del suplente del expresidente ya se conoce y fue elegido con anterioridad, el nombramiento es de vital importancia porque de esa manera se completa el plenario de consejeros que, a su vez, deberá decidir quién será el sucesor de Pagani en la presidencia del organismo. Una vez que Silvia Bianco sea nombrada consejera por la Legislatura, los nueve integrantes del Consejo de la Magistratura podrán elegir a uno de ellos como nuevo titular.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. El tema del traspaso de la Justicia a la Ciudad es una prioridad para el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, por eso, el presidente del Consejo debe tener la suficiente cintura política para pilotear la transferencia y, al mismo tiempo, ser reconocido y respetado en el mundo judicial. Enzo Pagani tenía ambas cualidades.
Estos argumentos hacen que la decisión final deba contar con el visto bueno de Rodríguez Larreta. No hay otra alternativa posible. El jefe de Gobierno decidirá quién será el sucesor de Pagani. El único inconveniente que presenta ese escenario se centra en la figura del presidente de Boca y operador judicial del macrismo, Daniel Angelici. El Tano quiere colocar a un hombre de su confianza al frente del Consejo. Según Angelici, ese lugar le corresponde ya que Pagani era un hombre de su riñón.
Noticias Urbanas adelantó en exclusiva en su página web que los consejeros que cuentan con mayor posibilidades de suceder a Pagani en la presidencia son tres: Marcela Basterra (vicepresidenta del Consejo de la Magistratura de la Ciudad), Alejandro Fernández (presidente de la Comisión de Fortalecimiento Institucional y Planeamiento Estratégico del Consejo de la Magistratura, consejero del Pro y hombre de buena relación con el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo) y Silvia Bianco (directora general de Administración y mujer de Sebastián De Stefano, exconsejero y hombre de confianza de Angelici).
A esa terna se agrega el nombre de un tapado que creció mucho en el último tiempo: el consejero Marcelo Vázquez, que tiene el respaldo, nada menor, de los magistrados. A eso le suma una muy buena relación con dos figuras importantes del Pro: el ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad, Martín Ocampo, y el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano. Vázquez es juez de la Cámara de Apelaciones en lo Penal, Contravencional y de Faltas, y eso también es una ventaja, ya que el fuero que debe ser traspasado a la Ciudad es el penal.
Luego de la muerte de Pagani, desde ciertos sectores conservadores de la Justicia señalaron que, debido a las presiones del puesto (debe contentar a muchos sectores y pugnar con otros porque el traspaso de la Justicia genera fuertes rechazos en los gremios judiciales y en muchos jueces), la presidencia del Consejo “no podría ser para una mujer”. Sin embargo, en los últimos días, las figuras que más crecieron fueron las de Bianco y Basterra. La de Bianco, por el padrinazgo político que ejerce Angelici, y la de Basterra, porque cuenta con el aval de Rodríguez Larreta y, además, porque de a poco empieza a demostrar que puede sentarse a negociar con los gremios. Sin ir más lejos, el lunes estuvo reunida con los representantes del Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju), que le pidieron un aumento salarial del 35 por ciento.
El frente gremial es complicado pero también lo es el sector de magistrados que se opone al traspaso. Desde el Colegio de Magistrados de la Ciudad se le pidió al Gobierno de la Ciudad que los jueces porteños ganen lo mismo que los nacionales. Si van a ser traspasados, el pedido es lógico, ellos no se oponen a la transferencia, pero, según los funcionarios de Rodríguez Larreta, es difícil que el Estado porteño pueda cumplir con esta petición, ya que los salarios de los magistrados nacionales es más alto que los de la Ciudad. Equiparar los salarios le provocaría un gasto al Ejecutivo porteño muy difícil de afrontar.
Por último, hay que mencionar la posición de otros consejeros, cuyos votos serán claves a la hora de elegir al sucesor de Pagani. El voto de Vanesa Ferrazzuolo, consejera del Frente para la Victoria y cercana al expresidente del Consejo de la Magistratura, Juan Manuel Olmos, y la posición de los magistrados Lidia Lago y Darío Reynoso serán importantes a la hora de inclinar la balanza para un lado o para el otro.
Pero todo tendrá un límite, ya que la decisión final pasará por las manos de Horacio Rodríguez Larreta. Y como en el relato del escritor noruego Jostein Gaarder, el elegido sentirá una sensación especial que lo diferenciará de la multitud.
