La vicepresidente de la Nación, Gabriela Michetti, marcó distancia con las denuncias realizadas por la diputada nacional, Elisa Carrió, contra el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
“No lo comparto. No tengo en absoluto ningún dato que me diga que el Presidente de la Corte tenga semejante situación como para ser acusado en un juicio político. En absoluto. No me parece, además que sea compartido por la gran cantidad de los funcionarios públicos y del mundo de la Justicia. Me parece que Lorenzetti ha dado muestras de ser un señor de bien en el ejercicio de sus funciones”, aseguró Michetti.
La vicepresidente no es la primera funcionaria en expresarse en ese sentido. La semana pasada fue el propio Mauricio Macri quien se había despegado de las acusaciones contra Lorenzetti. Y el ministro de Justicia, Germán Garavano, también aclaró que la presentación realizada por Carrió era a título personal y no involucraba al resto del Poder Ejecutivo.
Además, el diputado del Pro, Pablo Tonelli, había expresado que lo dicho dicho por la funcionaria “no ayuda al buen funcionamiento del Gobierno”.
El enfrentamiento entre la diputada y Lorenzetti se formalizó hace 15 días, luego de que la máxima autoridad judicial del país enviara una carta documento donde aseguró que se siente injuriado por las expresiones públicas de la legisladora nacional y la responsabilizó por “difamaciones mediáticas que intentan modificar decisiones de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura”. Ese mismo día, la legisladora oficialista concretó un pedido de juicio político contra Lorenzetti por “mal desempeño y eventuales delitos en el ejercicio de sus funciones”.
El domingo, Carrió confirmó que no será candidata en la Provincia de Buenos Aires en las elecciones legislativas de este año y supeditó una eventual postulación en la Ciudad al apoyo del Gobierno en su cruzada contra Lorenzetti. Las declaraciones de Michetti pueden haber sido un indicio sobre la postura que adoptará Cambiemos.