Los gobernadores peronistas se disponen a dar una nueva pelea, que esta vez trasciende el ámbito electoral. La reunión se realizaría entre el jueves y viernes próximo en Buenos Aires en una sede a determinar, que podría ser el Hotel Savoy o una de las casas de provincias ubicadas en el centro porteño.
Los temas a tratar tienen varias vertientes, entre las que podría mencionarse la pelea electoral de octubre, su proyección hacia 2019 y algunos temas de la coparticipación federal, entre los que se encuentra el conflicto por el Fondo del Conurbano que planteó su colega bonaerense, María Eugenia Vidal.
Los mandatarios provinciales opositores llegan al encuentro presos de estados de ánimo diferenciados, teniendo en cuenta que las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias se terminan de realizar, con disímiles desenlaces. Mientras que el salteño Juan Manuel Urtubey; el chaqueño Domingo Peppo; el sanjuanino Sergio Uñac -que lentamente se perfila como uno de los líderes de la futura Liga-; la santiagueña Claudia Ledesma; el riojano Sergio Casas; el tucumano Juan Manzur; la catamarqueña Lucía Corpacci; el formoseño Gildo Insfrán y el misionero Hugo Passalacqua llegarían llenos de optimismo, al haberse impuesto en las PASO del domingo 13 de agosto, hay algunos de sus colegas que entrarán a la reunión casi pidiendo permiso.
Éste sería el caso de uno de los que comenzó como “interlocutor principal” de la Liga en formación, el cordobés Juan Schiaretti, que fue derrotado en su provincia y encabeza por lo tanto una lista que incluye también a la fueguina Rosana Bertone; al chubutense Mario Das Neves; al pampeano Carlos Verna; a la santacruceña Alicia Kirchner y al entrerriano Gustavo Bordet.
De este rol se encuentra excluido -por ahora- el puntano Alberto Rodríguez Saá, que desde aquellos sucesos que culminaron con la renuncia de su hermano Adolfo a la presidencia de la Nación el 31 de diciembre de 2001, se mantuvo casi siempre al margen de las reuniones de sus colegas. También es necesario recordar que la dinastía Rodríguez Saá perdió las PASO en su provincia hace dos domingos, conformando una circunstancia que profundizaría su condición de exiliado.
“Entre los gobernadores nos estamos juntando desde antes de las elecciones y pensamos que la semana que viene habrá otra reunión, porque todos estamos en la misma, que es evitar que nos toquen un centavo de lo que nos corresponde“, expresó este jueves el mandatario sanjuanino Sergio Uñac, que junto a Peppo conforma el dúo convocante que evitó la derrota y sobrevivió, por lo tanto a otros aspirantes a liderar al grupo de mandatarios que en 2019 deberá revalidar sus títulos.
Es necesario destacar que el 13 de agosto, las diferentes versiones del peronismo se impusieron en 14 provincias, mientras que Cambiemos lo hizo sólo en 10 distritos. A doce días de las PASO, cuando esta nota ve la luz, aún no han sido cargados los resultados definitivos del comicio en la página oficial, www.resultados.gob.ar.
De todos modos, la suma total de los votos nacionales, sin el resultado definitivo en varias provincias, arroja para Cambiemos 8.395.904 sufragios, contra los 8.249.066 que lograron las distintas vertientes del peronismo. La paridad es evidente -que aún podría modificarse levemente-, tiene un aditamento: Cambiemos gobierna hace dos años y si ya no logró volcar al electorado a su favor de manera clara, somete a la controversia al resultado de 2019.
Más allá de las proyecciones que arrojaron las PASO, los mandatarios encararán en esta etapa una lucha más emparentada con la supervivencia que con la elección. En efecto, el reclamo de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, para que se le reponga el Fondo del Conurbano, que amenaza con desfinanciar las arcas de las demás provincias. Lo que horroriza a los mandatarios es que la exigencia de Vidal viene con retroactivo y todo y eso arroja una suma más que importante, que los aterra.
Además, los jefes distritales desacuerdan con el reclamo judicial que encaró Vidal, que quita la decisión del ámbito político y la sitúa en un espacio que los preocupa, porque se mantiene impermeable a sus reclamos en estos tiempos de desamparo del poder. Quieren además que se les reconozcan ingresos mayores en concepto de coparticipación por los ingresos que se generan por el Impuesto al Cheque, el Fondo Sojero y el Fondo Vial. Pelearán estos temas en coordinación con el líder del bloque justicialista del Senado de la Nación, Miguel Ángel Pichetto.
El reclamo de la gobernadora se constituye en una trampa mortal, ya que solicita que la Corte anule el techo de 650 millones de pesos que le impuso Carlos Menem a su exvicepresidente Eduardo Duhalde, en represalia porque éste comenzaba a pensar en enfrentarlo, lo que finalmente ocurrió. Si esto fuera así, las arcas de la provincia más poderosa del país se verían favorecidas con un ingreso extra de 300 mil millones de pesos anuales. Lo evalúan como un tiro en el corazón al futuro de sus mandatos, porque la recaudación no aumenta y los 300 mil palitos saldrán de sus ingresos. La guerra, por lo tanto, será a muerte.
En la primera quicena de octubre, todos los mandatarios deberán elevar a la Corte Suprema de Justicia -donde se saben en minoría- su batería argumental para no perder una gran tajada de sus ingresos. En Buenos Aires van a consensuar posturas comunes en esta sentencia que configurará su futuro. Si se vieran compelidos a defender la última frontera, los gobernadores exigirán que si se le concede el dinero a la Provincia de Buenos Aires, a ellos se los debe liberar de entregar el 20 por ciento de su recaudación por el Impuesto a las Ganancias, que se destina a la Administración Nacional del Seguro de Salud.
La antesala transcurrió el jueves con el encuentro de los ministros de Economía de las provincias peronistas en la Casa de San Juan, que se verá complementado con el encuentro que se realizó este viernes en el Consejo Federal de Inversiones de los Fiscales de Estado provinciales.