Los mercados europeos viven una jornada negra y Wall Street tuvo que cerrar durante 15 minutos para evitar las ventas por el pánico. La crisis del coronavirus complica a la economía de todo el mundo. Los mercados de todo el mundo viven este lunes una jornada negra con profundas caídas. Tras casi 20 días acumulando pérdidas, esta semana arrancó igual.
A las incertidumbres por la crisis de la enfermedad se suma la inestabilidad por la guerra del petróleo entre Arabia y Rusia. El Nikkei de Tokio se ha desplomado este lunes un 5% y eso ha contagiado a las principales plazas europeas.
En Wall Street, como anticipaban todos los futuros durante la madrugada, la apertura fue claramente en rojo: una caída del 7% que ha obligado a su principal selectivo, el S&P 500, a detener temporalmente (unos 15 minutos) la cotización para evitar las ventas de pánico. La medida no tiene precedentes desde los peores momentos de la crisis financiera de 2008.
La guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudí era algo completamente inesperado. Así, los mercados bursátiles sufren con creces a ambos lados del Atlántico. Y seguirán con días convulsos por la alerta sanitaria por el coronavirus, con una expansión casi sin control por algunas zonas de Europa, así como por el impacto del recorte del 26% del precio del crudo, hasta el entorno de los 33,3 dólares.
Así, nadie se salva de la caída y de los números rojos este lunes. Siendo especialmente catastrófico en el caso de Italia, done el azote es más fuerte empujado por la repercusión económica que puede tener la decisión del Gobierno italiano de aislar a 16 millones de personas por la crisis del coronavirus.