Un video bien radical, un documento resaltando el autoritarismo del Gobierno nacional y la necesidad de construir una alternativa política opositora, mucha charla, brindis, picada y pollo a la vasca, y comentarios sobre el discurso de Cristina Fernández en la Bolsa de Comercio, compartieron los radicales que participaron en la noche del pasado jueves del lanzamiento de PROA, la Propuesta Radical Argentina impulsada por el macrismo con origen en la UCR.
El lugar elegido por las filas lideradas por el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, y representadas también por el ministro de Cultura de la Ciudad, Hernán Lombardi, fue el tradicional restaurante de comida española Lalín, espacio gastronómico frecuentado por décadas por militantes radicales y ubicado a pocas cuadras del comité de la UCR en el barrio de Congreso.
El Centro Lalín colmado, congregó no sólo a dirigentes identificados con el radicalismo PRO como los legisladores Martín Ocampo, Oscar Zago, Raquel Herrero, la diputada nacional Laura Alonso, Christian Gribaudo o el consejero de la magistratura local, Sebastián De Stéfano; también sumó a ex Cobistas entre los que destacó el neuquino Horacio Quiroga, a radicales no alineados con la conducción de la UCR como el ex ministro de Educación de la Alianza, Andrés Delich, Juan Pablo Baylak, Paco Berbardou (exvicepresidente segundo del Comité Capital de la UCR), y el dirigente universitario de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Fernando Rovello, y el jefe del Instituto Yrigoyeneano Diego Barovero.
Delich fue el único orador y responsable de presentar el documento de presentación formal de PROA-la otra UCR, en el cual se destacaron “peligrosos rasgos autoritarios, sectarios e irresponsables en los manejos de la agenda política y la economía” que encabeza el Gobierno nacional, mientras quienes dirigen la UCR “se enfrascan en su inexplicable pelea interna y no está dispuesta a ser opositora”.
Las críticas a la conducción de la UCR hicieron eje en “el distanciamiento con sus bases, dejándolas desnudas y sin voceros coherentes”, además de señalar que los dirigentes radicales que conducen el partido “tienen una visión oportunista y quedan atrapados entre discursos antiguos y beneficios personales” y “carecen de modernidad en sus análisis porque perdieron de vista lo más importante: la búsqueda del bien común”. “Se quedaron viviendo las glorias del pasado sin pretender cambiar el presente. Permanecieron los colores, pero se escapó el contenido”, expresa el documento presentado por Delich.
Durante el encuentro se remarcó la importancia de construir una opción opositora fuerte, abierta al diálogo y a sumar a dirigentes de todo el país. Con una meta a mediano plazo en las elecciones legislativas nacionales de 2013, y un objetivo de máxima que lleve a Mauricio Macri como candidato a presidente de la oposición al kirchnerismo en el 2015, en las charlas informales de las mesas no se perdió de vista el interés en la conducción partidaria de la UCR con el comité capital como primer objetivo.