La Legislatura porteña le rendirá homenaje al pianista, arreglador y compositor de tangos y milongas Ángel Sanzó. La celebración se realizará el 6 de noviembre, a las 19, en el Salón Dorado del parlamento porteño -Perú 160-.
El maestro Leopoldo Federico y el escritor Cristian Shaba Aramayo, del café Tortoni, dedicarán unas palabras en memoria del músico fallecido en marzo de este año. El homenaje continuará con la actuación del Quinteto de Reyes, la orquesta que acompañó a Sanzó en grabaciones y presentaciones en vivo en los últimos años. Luego actuarán los cantantes Néstor Fabián, Alicia Regal, Silvana Gregori, Laura Bogado y Alberto Morales -este último acompañado por el Tango Trío-, la pareja de baile Patricia y Gustavo y los bandoneonistas M. Balbello y P. Mamone.
Para finalizar el acto el diputado Jorge Giorno (Partido de la Ciudad), autor del proyecto que dio lugar al homenaje, hará entrega a los familiares del tanguero de un diploma en reconocimiento a su trayectoria y aporte a la música ciudadana.
PASIÓN TANGUERA
Angelito lo llamaban sus padres y así lo siguieron llamando sus amigos. Su documento decía que se llamó Ángel Sanzó y que nació en noviembre de 1942 en Rosario. Allí creció al compás de los tangos de D’ Arienzo, Lomuto, Fresedo, Caló, Pugliese y Troilo, pero sus estudios lo llevaron a interpretar a clásicos como Beethoven, Bach y Chopin. A los quince años ya salía de gira por la provincia de Santa Fe como pianista de la orquesta que acompañaba al cantante Enzo Valentino que lo apadrinó en su incursión en el dos por cuatro. Su trabajo como empleado de YPF, durante doce años en Comodoro Rivadavia, no le impidió acompañar a cantantes de diversos géneros de esa ciudad.
En 1976 Sanzó se radicó definitivamente en Buenos Aires y junto a E. Baffa y G. De Lío formó el "Ensamble Trío". También integró el elenco estable de las Orquestas de H. Varela, L. Federico y la del programa televisivo "Grandes Valores del Tango".
Asimismo se dio el gusto de integrar el Club del Jazz con N. Astarita y J. González, con los que realizó arreglos innovadores de temas de A. Piazolla, J. Plaza y A. Estampone. Además contribuyó a dar brillo con su piano a las noches de tango en los escenarios del Viejo Almacén, Michelangelo y Casablanca
En 1994 formó su propia orquesta, Quinteto de Reyes, junto a S. Maggi (bandoneon), J. Peressini (violin), A. Tenreyro (cello) y V. Moteleone (bajo). Participó en decenas de grabaciones y tal vez su trabajo más querido fue el disco "No falles en el final" (1978), dedicado a la joqueta María Lezcano.