Aníbal Ibarra ya no es más jefe de Gobierno. Este martes por la tarde fue destituido por la Legislatura porteña en el juicio político que se le siguió por la tragedia de Cromañón, en la que fallecieron 194 personas. En su reemplazo deberá asumir Jorge Telerman, quien viene comandando el Ejecutivo porteño desde que Ibarra fue suspendido.
Ibarra presenció en silencio la sesión que determinó su alejamiento definitivo del cargo de jefe de Gobierno. La suerte del ahora ex funcionario quedó sellada cuando el kirchnerista Helio Rebot, primero, y el izquierdista Gerardo Romagnoli votaron a favor de que abandone el cargo, poniendo la votación a un sufragio del peor destino imaginado por Aníbal Ibarra. Luego, el arista Guillermo Smith le dio el tiro de gracia. Pero los ibarristas señalan como principal verdugo al kirchnerista Helio Rebot, quien votó por la destitución en disidencia con la orden del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien sostenía la continuidad de Aníbal Ibarra.
La votación fue la siguiente: Daniel Amoroso (macrismo), destitución; Beatriz Baltroc (Autonomía Popular), absolución; Héctor Bidonde (Bloque del Sur), destitución, con 4 años de inhabilitación; Roberto Destéfano (macrismo), destitución; Facundo Di Filippo (ARI), destitución; Sebastián Gramajo (kirchnerismo), absolución; Norberto La Porta (socialismo), absolución; Silvia Majdalani (macrismo), destitución; Marcelo Meis (macrismo – Recrear), destitución; Laura Moresi (ibarrista), absolución; Florencia Polimeni (radical independiente), destitución; Helio Rebot (kirchnerismo), destitución, Gerardo Romagnoli, destitución, y Guillermo Smith (ARI), destitución. El último en votar era Elvio Vitali (kirchnerismo), quien se abstuvo, pero su decisión ya no alcanzó para torcer el destino de Ibarra.
La destitución fue ampliamente celebrada por los familiares de las víctimas. Del lado del ibarrismo, obviamente, se multiplicaron las caras largas. Los ibarristas habían llegado a la sesión con optimismo, pero de a poco, la preocupación comenzó a carcomer sus nervios. Fue cuando, a pocos minutos de haberse iniciado la sesión, llegaron rumores de una ruptura de Romagnoli con Luis Zamora, con quien el ibarrismo habría mantenido acercamientos, y de que Rebot, a pesar de los contactos entre Alberto Fernández y Aníbal Ibarra, votaría a favor de la destitución.
NO HUBO INHABILITACIÓN
Luego de la destitución, restaba saber si la Sala Juzgadora inhabilitaría o no a Aníbal Ibarra para ocupar cargos públicos. La fiscalía pidió diez años, el máximo establecido por la Constitución porteña, pero podía haber mociones pidiendo un lapso menor. Durante la votación, Bidonde pidió que se inhabilite a Ibarra por cuatro años.
Finalmente, Ibarra no fue inhabilitado, ya que Di Filippo (ARI), se mostró en contra, con lo que ya no hubo diez votos para impedirle al destituido jefe de Gobierno ocupar cargos públicos.