Mientras que hace un año en el microestadio de Ferro se calculaba que entraban 4.000 personas y en el Luna Park 12.000, ahora la capacidad quedó reducida a 2.400 personas y a 8.500 personas, respectivamente, lo cual varía según los metros cuadrados que se dejen libres. Es que tras el incendio del boliche República Cromañón las autoridades porteñas se pusieron firmes y no permiten que entren a los microestadios cubiertos más personas que lo que admite la ley. Otro requisito es que los organizadores presenten la documentación con las características del acto 30 días antes de su realización.
El problema es que a los organizadores les será muy dificil dar la impresión de que el lugar está colmado de gente, cuando habrá menos de la mitad de la que había en actos que se hicieron antes de la tragedia de Once. En ese dilema están los kirchneristas inorgánicos y el Partido Justicialista de la Ciudad de Buenos Aires, quienes planeaban hacer actos de lanzamiento el 6 de mayo en el microestadio de Ferro y el 27 de abril en el Luna Park, respectivamente. No obstante, este último quedó postergado porque ese día actúa Julio Bocca.
"Está bien que somos peronistas y nos gusta eso de ‘hay miles de personas que se quedaron afuera’, pero tampoco la pavada", admitió uno de los dirigentes ligado a la organización.
Los últimos actos políticos que se hicieron en el Luna Park fueron la entrega de 7.000 diplomas por parte del Suterh y el lanzamiento del Nuevo Proyecto Nacional, frente que agrupaba a la FTV, el MTD Evita, Barrios de Pie, Miguel Bonasso, Francisco "El Barba" Gutiérrez y Eduardo Luis Duhalde, entre otros, en donde según los organizadores hubo 12.000 personas.
