Con fecha 22, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, firmó el veto a la ley sancionada en la sesión parlamentaria del jueves 28 de septiembre. Macri había anunciado que vetaría la norma hace 10 días, pero aún la confirmación no fue publicada en el Boletín Oficial de la Ciudad.
Entre los fundamentos del veto, se señala que el proyecto de Ley ?contiene prescripciones que exceden los lineamientos establecidos por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, desconocen la homogeneidad del sistema jurídico establecido por la Constitución Nacional y contrarían expresas disposiciones constitucionales y del derecho de fondo, en especial teniendo en cuenta que se mantiene la calificación penal?.
Además, asegura: ?La eventual incorporación al régimen jurídico de la Ciudad de un texto normativo que colisiona reiteradamente con el ordenamiento constitucional nacional importaría generar una multiplicación de conflictos, de muy probable judicialización, lo que por otra parte contraría los criterios que surgen de la exhortación que ha efectuado la Corte?.
?Que por similares razones debe evitarse la vigencia de una norma que presenta contradicciones, y cuya efectiva implementación impedirá el cumplimiento de los fines perseguidos por la Ley, así como de los estándares establecidos por el Máximo Tribunal?.
El veto cuestiona además que la víctima de una violación pueda acceder a un aborto a partir de los 14 años sin el consentimiento de sus padres o tutores, lo que ?desconoce la representación legal necesaria fijada con carácter obligatorio por el Código Civil en protección de los bienes e intereses de los menores adultos, lo que colisiona con el principio de supremacía de las leyes dictadas por el Congreso (el artículo 31 de la Constitución Nacional) en ejercicio de las facultades otorgadas para dictar los códigos de fondo (artículo 75, inciso 12, de la Constitución Nacional).
Por último, el veto cuestiona que si bien la ley tiene un artículo en el que se establece que los médicos tienen derecho a ejercer su objeción de conciencia respecto de la práctica del aborto, eso los obliga a ?hacer pública una cuestión de conciencia, esencialmente personal y privada?.