La relación entre Aerolíneas Argentinas y las agencias de viajes viene provocando chispazos hace años. Pero esta vez, en especial las agencias de viajes minoristas se preocupan y comienzan a negociar con las agencias mayoristas con el fin de subsistir a la crisis que la aerolínea de bandera les propicia.
Es que AR cortó los incentivos y comisiones que le otorgaba a las agencias de viajes por vender sus vuelos de cabotaje. Esta medida recae sobre las agencias mayoristas y minoristas e incluso en los grandes operadores online como Despegar, Almundo, y otros.
Esto trae, entonces, dos principales perjudicados: las agencias de viajes minoristas ya que dejan de percibir en sus ingresos importantes sumas de dinero, y las economías regionales.
Esta segunda se ve afectada por un segundo dato que se desprende de la decisión de la empresa ahora comandada por Mario Dell’Acqua: las agencias dejarán de cobrar comisiones por vender vuelos de cabojate, pero no en caso de venta de vuelos internacionales. Es decir que se deja de incentivar el turismo de los argentinos dentro de Argentina.
A esto, se suma que el aumento del dólar desincentiva, a su vez, el turismo emisivo, es decir, el viaje de los argentinos al exterior -aunque sí favorece el turismo receptivo-. Y el aumento de las tasas también complican las ventas de viajes en cuotas. Incluso, cabrá ver qué negociación cerrarán los bancos con las distintas empresas de turismo a la hora de cerrar promociones en cuotas o descuentos para el pago de servicios turísticos. Además, los valores de cada servicio aumenta por la inflación que decanta del aumento de la tarifa extranjera.
A diferencia de otros países, incluso de Latinoamérica, la economía argentina se encuentra dolarizada y por ende, sus tarifas quedan esclavizadas a la volatilidad de esta divisa. En casos como Brasil o Uruguay, sus tarifas en reales o pesos uruguayos se mantienen más allá de las fluctuaciones del dólar.
Este año, si bien el rojo se viene achicando, la empresa aseguró que todavía tendrán pérdidas por alrededor de 80 millones de dólares.
La cronología
En la gestión de Mariano Recalde, las agencias de viajes al vender vuelos de Aerolíneas Argentinas cobraban un 3% de comisión.
En el 2015, con la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación, Isela Costantini es quien reemplaza a Recalde en la dirigencia de AR y, con ella, las nuevas directivas del gobierno de Cambiemos: lograr que la aerolínea nacional deje de percibir un solo peso del Estado. Esto le costó la pelea con distintos sectores comerciales del país, al reducir vuelos y rutas, no actualizar paritarias de algunos gremios, etc. Y fue entonces cuando se redujo estas comisiones al 1%.
La presión de estas medidas que le solicitaba el Gobierno nacional a Costantini terminaron en que el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, la corriera de su cargo por “motivos personales” y fue entonces que llegó Mario Dell’Acqua, quien terminó por cortar de raíz los incentivos a las agencias de viajes.
“Este es uno de los cambios estructurales que estamos haciendo: significa que estamos confortables con el hecho de vender por nuestros propios medios, a través de nuestra propia página de Internet y eliminando un costo que entendemos que es superfluo. Aerolíneas tiene una posición muy fuerte en el mercado doméstico, con más de 70% de participación de mercado y realmente no tiene sentido que paguemos comisión: si brindamos un buen servicio, un precio razonable, puntualidad y cumplimiento, la gente nos va a comprar”, agregó.
La salvedad es que las empresas grandes acordaban con Aerolíneas que si vendían una determinada cantidad de pasajes tenían una remuneración por la suma de las operaciones. Ese mecanismo dejó contentas a las grandes empresas, como los grandes buscadores web, o los mayoristas.
Fue por esto que durante toda la semana pasada los representantes de las principales agencias de la Argentina, los grandes buscadores incluidos, se sentaron en la misma mesa para seguir una estrategia conjunta.
En Aerolíneas lo explican con un ejemplo: “Nosotros somos el cigarrillo del quiosco; somos el que les trae el cliente a su empresa, ¿por qué tenemos que pagar?”. Y explicó: “Con esta medida nos vamos a ahorrar entre 10 y 15 millones de dólares por año”.
