De acuerdo a la publicación en el boletín Oficial, el jefe de Gobierno Mauricio Macri estableció por decreto una "Gratificación Anual Extraordinaria no remunerativa por el cumplimiento de los ‘Objetivos de Gestión’ para los cargos mas altos del Ejecutivo".
En respuesta a esta medida, que no pasó por la Legislatura porteña para ser discutida, diferentes legisladores dieron su visión.
Gabriela Cerruti (FPV), consultada por NOTICIAS URBANAS, puntualizó que "lo que se ve es un discurso por un lado y una forma de hacer las cosas por otro", y agregó que "se está perdiendo el concepto de servidor público y la búsqueda del bien común".
En relación al no paso de la medida por el recinto, la diputada observó que "busca la rapidez, tiene visión de gerente de empresa para gobernar. En la discusión parlamentaria iba a quedar claro, más allá de la legitimidad o no del aumento, que iba a estar aumentando los cargos políticos".
"Macri no busca conseguir una comunidad mejor, lo que busca es mas plata y no el compromiso con la sociedad", agregó Cerruti, quien concluyó: "Macri en vez de decir que cuida la Salud o la Educación de los ciudadanos, dice que cuida la caja y el dinero de la Ciudad".
Por su parte, el diputado Gonzalo Ruanova (Diálogo por Buenos Aires), observó: "Cuando la tabla con la medida pasó por la Legislatura, ya habíamos confirmado que no íbamos a apoyarla", y agregó que "cuando una persona tiene la vocación de servidor público no trabaja por el incentivo". "Se parece mas a una empresa o sociedad anónima que a una gestión de estado", culminó Ruanova en declaraciones a esta agencia.
A su vez, Diego Kravetz, titular de la bancada K en la Legislatura porteña, se refirió al tema y aseguró que "Macri debería ser justo y descontarles el sueldo por estos 6 meses sabáticos". En referencia a que el pago es por conseguir objetivos, el diputado declaró que "es ridículo que les quieran pagar premios a los funcionarios para incentivarlos a que hagan bien sus trabajos, que es ese el motivo por el cual los vecinos les pagan el sueldo".
Kravetz, además, se refirió a la gestión macrista en la Ciudad y puntualizó que "el PRO debería ponerse a gobernar, solucionar los temas urgentes que tiene la Ciudad y dejar de administrarla como si fuese una empresa privada o una ONG". "El problema de este gobierno es que pareciera ser que los primeros seis meses de gestión se los tomaron sabáticos: el bloque FPV ha votado cada una de las herramientas que consideramos indispensables para gestionar el distrito y, aún así, la Ciudad está atravesando una crisis aún peor que la del 2001: falta de gas en las escuelas, falta de insumos y remedios en los hospitales, calles sin iluminación, veredas destrozadas y un gobierno (PRO) que sigue mirando para otro lado", enfatizó.
Otro que se sumó a las declaraciones por este tema fue Raúl Fernández (Encuentro Progresista), quien sentenció: "Es preocupante que Macri implemente en el GCBA un sistema propio de las empresas privadas".
El diputado, en relación a los ministros, argumentó que "si los mismos no cumplen con los objetivos planteados deben ser removidos, y si cumplen con ellos no hacen más que cumplir con las obligaciones asumidas al momento de jurar en el cargo o de ser designados, para el caso de subsecretarios y directores generales o equivalentes". "El sistema creado por el decreto resulta inadmisible por lo que consideramos necesaria su urgente derogación", sentenció el ex funcionario porteño.
Mientras, el ex jefe porteño Aníbal Ibarra sostuvo que: "Es preocupante que se premie a aquellos que como funcionarios públicos tienen el deber de cumplir con sus obligaciones. Hoy Macri cuenta con el mayor presupuesto en la historia de la Ciudad, y no obstante tiene el mayor nivel de subejecución presupuestaria" agregó el legislador de Diálogo por Buenos Aires.
El legislador aseguró que "Macri viene con una lógica empresarial e insiste en aplicarla al Estado. Los dineros del Estado son públicos, no privados" y recordó que "hace pocos días José Torello, apoderado del PRO y amigo personal del jefe de gobierno, cobró mas de 20 mil pesos por tan sólo 50 días de trabajo".
"Lo que hace Macri es increíble. Primero nos dice que no encarezcamos la política diciendo que no se les puede pagar a todos los miembros de las futuras Juntas Comunales, pero ahora se autoriza este aumento de sueldo a sus funcionarios. Por otro lado, y que quede claro que no estoy en contra de una buena remuneración, el tema de premios no es propio de la función pública. Si no cumplen con sus deberes, tienen que echarlos", afirmó por su parte Sergio Abrevaya, de la Coalición Cívica.
Otro que se sumó a la ola de críticas fue el funcionario y actual diputado nacional y titular del Partido Socialista capital, Roy Cortina, quien sostuvo: "Es una barbaridad que por Decreto se establezca un sistema de premios para los funcionarios políticos por el solo hecho de cumplir con el trabajo para el que fueron designados. En realidad, esta bonificación lo único que hace es encubrir un aumento que duplica el acordado para el conjunto de la planta de trabajadores del Gobierno de la Ciudad". "Como si fuera poco, mediante el artilugio de aumentar en forma retroactiva y escalonada la unidad retributiva correspondiente a la planta de gabinete, Macri sigue acrecentando la caja para nombrar asesores", agregó el socialista.
También, desde el Congreso nacional habló la diputada Delia Bisutti (bloque SI -ex ARI autónomo-), quien calificó la iniciativa de Macri como "un disparate". "Si hay plata para sobresueldos que la misma sea destinada a erradicar la pobreza y los chicos de la calle, y no a motivar funcionarios carentes de compromiso que necesitan de premios en dinero para sentirse estimulados a cumplir con sus obligaciones", disparó.
Finalmente, por la UCR porteña habló la diputada nacional Silvana Giudici. "Macri -expresó- quiere gobernar la Ciudad como una empresa privada. Los ministros, subsecretarios y directores generales son funcionarios políticos, son parte de lo que se supone debe ser una fuerza política y de ninguna manera deben ser económicamente recompensados para cumplir con su deber. No deben enriquecerse como empresarios en gerencias privadas, están allí para servir y para gobernar", manifestó la diputada. Y concluyó, lapidaria: "Si van a implementar la gestión por resultados, los ministros son deudores morosos de la sociedad. En realidad, en seis meses, este Gobierno no mostró nada más que palabras y pocos hechos".
