En el libro “Yo fui K, hablan los arrepentidos del Modelo”, recientemente editado por Sudamericana, y con la autoría de los cofundadores de revista “Barcelona”, Eduardo Blanco y Fernando Sánchez, el ex jefe de Gabinete de Néstor y Cristina Kirchner, Alberto Fernández, explicó los motivos por los cuales se decidió la intervención del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
“El problema que teníamos con el Indec es que, en plena campaña presidencial, era un lugar donde hacían política los opositores. Había actos de Lavagna para presidente, de Lozano, de Alfonsín, de todos; dentro del Indec o en la vereda del Indec”, relata el ex funcionario. Y explica: “Por eso dijimos `Paremos esto porque nos van a volver locos`. Y como veíamos que había mucha complacencia en la conducción del Indec, decidimos la intervención”.
A modo de justificación, en relación a lo que esa intervención produjo en el INDEC, Fernández dijo: “Lo que pasa es que después todo enloqueció. Pero si revisás el año 2007, la diferencia entre las encuestadoras y el Indec es mínima. Es decir: el problema del Indec no es la metodología sino el dato que se carga. Si ponés un dato falso, no hay metodología que resista… y el problema es que todo se falsificó. En 2008 discutí con Moreno por eso”.
Vale destacar que en los primeros días de abril de 2007, la dirección del organismo difundió en primera instancia que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) había mostrado un alza de 3,6 por ciento. Una semana más tarde se rectificó y anunció que en marzo había bajado 0,2 por ciento.
En agosto de 2007, el hoy conferencista era un férreo defensor de esa metodología: “Esta es la primera vez que en la Argentina veo que todo el mundo reclama que el índice sea más alto”, expresó, molesto por las sospechas que dicha intervención ya despertaba.
En ese entonces, Alberto negaba que hayan sido muchos los funcionarios despedidos en el INDEC y minimizó el “abrazo” en torno al organismo programado por empleados de ATE, que con el correr de los años se convertiría en una escena recurrente, al sostener que representan “a un diez por ciento de los trabajadores” del organismo.
No obstante, y a pesar de insistir en remarcar sus diferencias y cuestionamientos al por entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el ex alter ego del matrimonio Kirchner no dudó en “bancarlo” ante los embates del ex fiscal Carlos Stornelli, alegando que “no se puede manipular un índice en el que intervienen cientos de encuestadores y cientos de personas”.
En su dictamen, Stornelli dijo tener férreas sospechas sobre los datos estadísticos que dio a conocer el Indec. Incluso, mencionó que los comunicados de prensa sobre los índices de enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio -a los que considera documentos públicos y oficiales- , de 2007, contuvieron información falsa.
A pesar de ello, para Alberto Fernández, el trabajo del por entonces fiscal era “un desastre”, jurídicamente hablando. Aunque siete años después, a través de este testimonio que se rescata del trabajo de Eduardo Blanco y Fernando Sánchez, puede decirse que –finalmente- le dio la razón.