Si no hay pan, que haya circo. Luego que el Congreso de la Nación aprobara el allanamiento a tres casas de la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner, efectivos de la Policía Federal y de Infantería ingresaron pasadas las 12:05 al edificio del barrio porteño de Recoleta donde reside la expresidenta Cristina Kirchner, en el marco de los allanamientos dispuestos por el juez federal Claudio Bonadio. La policía llegó en seis camionetas y en torno al domicilio se registraba un exagerado operativo de seguridad a cargo de efectivos de Infantería.
Mientras tanto, según trascendió, CFK permanece en la vivienda de su hija Florencia en el barrio de Constitución y podría dirigirse luego al Instituto Patria.
El miércoles la ex mandataria y actual senadora habló en la sesión en la que se aprobaron los procedimientos judiciales y hasta votó a favor de que se realicen. A pesar de eso, denunció que la causa surgida a partir de las fotocopias de los cuadernos del chofer Oscar Centeno sobre presuntas coimas es parte de “una persecución”.
“Si algo faltaba para consagrar la persecución política, y el uso del Poder Judicial como instrumento de persecución política en la Argentina era esta causa”. dijo CFK. Enmarcó las causas en su contra dentro de una estrategia regional contra los líderes populares como ocurre con Dilma Rousseff y Lula Da Silva en Brasil o Rafael Correa en Ecuador. “Es un instrumento de proscripción”, afirmó.
Además, obligaron a retirarse a su abogado defensor, Carlos Beraldi, que de esa forma el procedimiento se transformaba en ilegal y que por eso pediría el juicio político del juez Bonadio.
Cabe destacar que en todo allanamiento y según la ley, el abogado tiene el derecho de permanecer en el lugar si así lo desea.