Los alumnos nucleados en la kirchnerista Federación de Estudiantes Secundarios (FES) cuestionaron hoy el cambio curricular propuesto por el
Gobierno porteño, pero reiteraron su desacuerdo con las tomas de colegios, porque “las medidas de fuerza no están agotadas y la discusión se
desvirtúa”.
Los estudiantes, en su mayoría delegados de la Escuela Normal Cinco, del Colegio Técnico Beltrán, del Nacional Buenos Aires y del Santa Felicitas, cortaron en el mediodía de este viernes las calles Suárez y Arcamendia, en Barracas.
Los manifestantes, que pertenecen a colegios que no están tomados, dijeron que no estaban de acuerdo con las ocupaciones, pero cuestionaron los cambios curriculares que el gobierno porteño planea realizar en los planes de estudio.
“No queremos seguir discutiendo sobre si somos o no vándalos, que es el debate que proponen algunos medios. El tema de discusión pasa por el
cambio curricular contemplado en la Ley de Educación Nacional de 2006, que actualiza la educación pública a nivel medio, con el que estamos de acuerdo”, dijo Ivana Watnik, del Comercial Nº 22.
La estudiante explicó que “el cambio curricular que propone el gobierno porteño está cuestionado por nosotros, porque Macri aprovecha esta
modificación para aplicar la reducción presupuestaria que viene realizando a la educación pública”. Luego, comunicó que “van a debatir las medidas a seguir ante la reforma como festivales y clases públicas, porque la decisión es seguir teniendo clases”.
Entretanto, Martín Pacheco, de la Escuela Normal Nº 2 Mariano Acosta -que sí está tomada-, explicó que “no es que no estamos a favor de la medida en sí, si no que consideramos que no es la instancia”. Además señaló que “la mayoría de los colegios que pertenecen a la FES no están tomados y actualmente hay una gran discusión en las escuelas sobre lo que está pasando”.
“Defendemos la educación pública y luchamos contra una gestión de un jefe de Gobierno que no va solamente en contra de nosotros, sino también
en contra de la salud y de los más necesitados”, afirmó el estudiante, para considerar que “es sabido por encuestas que cada vez que se toman los colegios al macrismo se le elevan los votos” y en este sentido, señaló que “la toma es una instancia importante, pero es un cartucho que hay que saber cómo gastarlo”.
Por su parte, Francisco Schkolnik, de la Escuela Lengüitas”, consideró que “el macrismo es el responsable de la destrucción de la educación pública” en la Ciudad de Buenos Aires y, si bien dijo estar “de acuerdo con la lucha”, estimó que “la metodología de la toma que adoptaron algunos compañeros no es la correcta”.
El estudiante de la escuela ubicada en Juncal y Salguero evaluó que “hay que repensar el plan de acción” y dijo que hoy a las 19 se reunirán “en la escuela Mariano Acosta para diseñar un plan de lucha que no sea la toma, sino otro tipo de acción participativa”.
Por su parte, Malena Fernández, de la Escuela de Jardinería Cristóbal Hicken, explicó que en su colegio “se decidió que se plantee un plan de
acción distinto al de la toma, ante un reclamo real por la degradación de la educación pública”.
La alumna recordó que el colegio, único en su tipo a nivel nacional, el año pasado “estuvo tomado un mes porque se sacaba jardinería práctica y después de la toma se solucionó y ahora esa materia pasará a llamarse taller”. Por esta razón, la estudiante consideró además que “no es el momento para tomar colegios porque se perjudica el proceso de inscripciones para el 2014”, en esa escuela a la que asisten 197 alumnos,
ubicada en Avenida Las Heras, entre República de la India y Lafinur.
Los alumnos nucleados en la kirchnerista Federación de Estudiantes Secundarios (FES) cuestionaron hoy el cambio curricular propuesto por el
Gobierno porteño, pero reiteraron su desacuerdo con las tomas de colegios, porque “las medidas de fuerza no están agotadas y la discusión se
desvirtúa”.
Los estudiantes, en su mayoría delegados de la Escuela Normal Cinco, del Colegio Técnico Beltrán, del Nacional Buenos Aires y del Santa
Felicitas, cortaron en el mediodía de este viernes las calles Suárez y Arcamendia, en Barracas.
Los manifestantes, que pertenecen a colegios que no están tomados, dijeron que no estaban de acuerdo con las ocupaciones, pero cuestionaron
los cambios curriculares que el gobierno porteño planea realizar en los planes de estudio.
“No queremos seguir discutiendo sobre si somos o no vándalos, que es el debate que proponen algunos medios. El tema de discusión pasa por el
cambio curricular contemplado en la Ley de Educación Nacional de 2006, que actualiza la educación pública a nivel medio, con el que estamos
de acuerdo”, dijo Ivana Watnik, del Comercial Nº 22.
La estudiante explicó que “el cambio curricular que propone el gobierno porteño está cuestionado por nosotros, porque Macri aprovecha esta
modificación para aplicar la reducción presupuestaria que viene realizando a la educación pública”. Luego, comunicó que “van a debatir las
medidas a seguir ante la reforma como festivales y clases públicas, porque la decisión es seguir teniendo clases”.
Entretanto, Martín Pacheco, de la Escuela Normal Nº 2 Mariano Acosta -que sí está tomada-, explicó que “no es que no estamos a favor de la
medida en sí, si no que consideramos que no es la instancia”. Además señaló que “la mayoría de los colegios que pertenecen a la FES no están
tomados y actualmente hay una gran discusión en las escuelas sobre lo que está pasando”.
“Defendemos la educación pública y luchamos contra una gestión de un jefe de Gobierno que no va solamente en contra de nosotros, sino también
en contra de la salud y de los más necesitados”, afirmó el estudiante, para considerar que “es sabido por encuestas que cada vez que se toman
los colegios al macrismo se le elevan los votos” y en este sentido, señaló que “la toma es una instancia importante, pero es un cartucho que
hay que saber cómo gastarlo”.
Por su parte, Francisco Schkolnik, de la Escuela Lengüitas”, consideró que “el macrismo es el responsable de la destrucción de la educación
pública” en la Ciudad de Buenos Aires y, si bien dijo estar “de acuerdo con la lucha”, estimó que “la metodología de la toma que adoptaron
algunos compañeros no es la correcta”.
El estudiante de la escuela ubicada en Juncal y Salguero evaluó que “hay que repensar el plan de acción” y dijo que hoy a las 19 se reunirán
“en la escuela Mariano Acosta para diseñar un plan de lucha que no sea la toma, sino otro tipo de acción participativa”.
Por su parte, Malena Fernández, de la Escuela de Jardinería Cristóbal Hicken, explicó que en su colegio “se decidió que se plantee un plan de
acción distinto al de la toma, ante un reclamo real por la degradación de la educación pública”.
La alumna recordó que el colegio, único en su tipo a nivel nacional, el año pasado “estuvo tomado un mes porque se sacaba jardinería práctica
y después de la toma se solucionó y ahora esa materia pasará a llamarse taller”. Por esta razón, la estudiante consideró además que “no es el
momento para tomar colegios porque se perjudica el proceso de inscripciones para el 2014”, en esa escuela a la que asisten 197 alumnos y está
ubicada en Las Heras, entre República de la India y Lafinur.
Padres del Nacional Buenos Aires
Mientras algunos estudiantes mantienen la toma del Colegio, otros alumnos, junto a sus padres y algunos ex alumnos convocaron para el sábado
a las 14:00 a un abrazo simbólico a la entidad, para desagraviar la toma y el ataque contra las instalaciones de la Iglesia de San Ignacio de Loyola.
En una convocatoria realizada a través de las redes sociales, los integrantes de este grupo se mostraron “cansados de las tomas políticas de dudosa legitimidad, que afectan el dictado normal de clases y la interrupción del curso de ingreso”.