Hablar del nivel de plaquetas en sangre ya es algo habitual en los barrios más carenciados de la Ciudad. Es que la enfermedad que produce la picadura del dengue, si no es mortal, deja internada a las personas al menos por un tiempo.
La Ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos que presenta transmisión sostenida de dengue. Hasta el 19 de marzo, en Argentina la epidemia alcanzaba los 38.350 casos, entre confirmados, probables, en estudio y descartados; de todos ellos, 18.297 son autóctonos y, 2226 importados.
En la jurisdicción porteña se habían notificado 1095 casos –705 autóctonos–, todos distribuidos entre las 15 comunas de la Ciudad, aunque la 4 –que integran los barrios de Pompeya, Parque Patricios, Barracas y La Boca– y la 8 –compuesta por Soldati, Lugano y Villa Riachuelo– son las comunas donde se registró la mayor cantidad de casos.
En tanto, el diario La Nación editó un relevamiento propio según el cual “hay más de 600 casos” y asegura que los hospitales “están colapsados”.
Al no existir cifras oficiales, el movimiento Barrio de Pie realizó una encuesta según la cual el “40 por ciento de la población de las villas porteñas no sabe cómo se contagia” y el “45% desconoce se realicen medidas de prevención como fumigación”, que demuestra la ineficiencia de la campaña gubernamental porteña para combatir las enfermedades.
Por último, según fuentes del ministerio de Educación, faltarían fumigar casi la mitad de los colegios de la Ciudad: sólo han sido fumigados 400 de los 730 establecimientos educativos porteños.