“En esta guerra por mercados, no hay lugar para gordas ni villeros. Ya estamos radicados en Argentina. Invertimos y tenemos protección, así que nos quedaremos, como hicimos en México y otros países”. Así empieza la nota que apareció junto a una caja que contenía tres balas calibre 38 en el salón donde la precandidata presidencial del Frente Cambiemos, Elisa Carrió, realizó su cierre de campaña previo a las PASO.
La misma estaba dirigida hacia Carrió, su vice, Héctor ‘Toty’ Flores, y la primera precandidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, Marcela Campagnoli, hermana del fiscal, y les advirtió: “Luego de que acordemos los territorios entre nosotros, iremos contra sus familias. ¿Qué pueden hacer? Nada. Fue y será inevitable, no es nada personal”.
Los casquillos aparecieron en un estuche azul, tirado en el piso en uno de los laterales del salón del primer piso del Palais Rouge, en la calle Salguero al 1400, en el barrio de Palermo, y tenían letras pintadas con liquid paper en las puntas: “EC”. “MC” y “TF”.
“Aviso porque preferimos no tener escándalos ni prensa, así que mejor déjense de joder y bórrense”, agrega el mensaje, al tiempo que plantea: “¿Argentina va a ganar (la guerra contra el narcotráfico) si Estados Unidos no puede?”.
“Acá murieron muchos indios por oponerse a la conquista. No queremos pelear esa. No es nuestra estrategia, queremos clientes que compren”, sostiene. Y finalmente, en lo que parece ser una mensaje intimidatorio dirigido a Carrió, concluye: “Te vi más flaca en Azul, ni me viste”.
La Policía Metropolitana, junto a la jueza María Romilda Servini de Cubría investigan el caso por “intimidación pública”.