Entre bombas de estruendo, repudio y movilización, este martes la Avenida de Mayo entre la Avenida 9 de Julio y la Plaza de Mayo fue el escenario elegido para realizar una manifestación en rechazo a lo que los propios trabajadores denominaron “la feroz represión de la policía de Macri”.
En apoyo a la movilización, que se realizó en repudio a los incidentes ocurridos en el Hospital de Salud Mental JT Borda, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la Asociación Gremial de los Trabajadores del Subte y Premetro, la Unión de Trabajadores de la Educación, entre otros sindicatos de trabajadores, organizaciones sociales y partidos políticos; se dieron cita en el lugar.
Durante la protesta José Luis Matassa, Secretario General de ATE CABA, se dirigió a los presentes confirmando que movilizaciones paralelas se darían en el resto del país. “En cada provincia los compañeros de ATE estarán apoyando”, manifestó.
Hugo Yasky, titular de la central obrera, ya había constatado su desprecio por los incidentes, “expresamos repudio a la brutal represión que fue completamente injustificada”. Y agregó que el accionar de la Metropolitana “es la demostración no de un exceso, de la decisión del Gobierno de la Ciudad de arrasar con el derecho de la ciudadanía en la Ciudad”.
Al tiempo que la gente se iba sumando, llegó un camión de ATE que daba la bienvenida a la asociaciones de los centros de salud entre ellos; el hospital Alvarez, Argerich, entre otros. Y desde el automotor elevaron la voz para dirigirse a Macri “estamos unidos, pero más importante, estamos organizados”. Se dirigieron al jefe de Gobierno porteño: “le decimos que no queremos mas represiones que defienden empresas y atacan a los trabajadores”.
Las asociaciones consideraron a los incidentes del Borda una “Repulsión impulsada por el Gobierno de la Ciudad” y agregaron que es una “gestión que busca actuar como una empresa y no trabaja para los pueblos”.
El sindicato de trabajadores del Subte también se sumó al repudio de la represión llevada a cabo el pasado viernes.La medida de fuerza incluyó el levantamiento de los molinetes de los subterráneos durante dos horas y a continuación un cese en la prestación del servicio en las seis líneas por 60 minutos.
“Enérgico repudio a la represión de legisladores, médicos, enfermeros, residentes, pacientes, no fue casualidad sino parte de un aparato represivo”, sostuvieron las agrupaciones.
Además, se dio la posibilidad de opinar a la gente presente mediante una radio abierta en la que participaron FM Riachuelo y Radio Con Todo.
