Tras un primer tiempo mediocre, los jugadores de Boca y de River se preparaban para salir a la cancha y reanudar el encuentro tras en entretiempo. Sin embargo, algo cambió los planes. Para mal. Un grupo de hinchas del club de la Ribera arrojo un químico en la manga donde el equipo de Nuñez se encontraba realizando la última arenga previa al reinicio del encuentro. Las consecuencias: cuatro futbolistas terminaron con quemaduras de primer grado y casi todo el plantel se vio afectado su visión.
Sin embargo, esto no fue todo. Ya que, luego de 45 minutos de incertidumbre, en los que insólitamente se planteaba la posibilidad de seguir con el partido, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, dio un últimatum “de cinco minutos” a los responsables de la organización del evento para tomar una determinación. Lógicamente, ésta fue la suspensión definitiva. El problema que se sumó entonces fue la evacuación del campo de juego.
Recién cerca de la una de la madrugada el plantel de River Plate pudo salir del estadio, en medio de una lluvia de botellas lanzadas por un sector de la hinchada que aún se resistía a partir. De todos modos, el desalojo de La Bombonera se dio sin incidentes. El conflicto estaba adentro, dado que en lugar de atacar el foco de conflicto, la Policía Federal se dedicó a custodiar la manga de salida.
Finalizado el operativo, el propio Berni se refirió a lo acontecido. “La responsabilidad es únicamente de Boca, es indiscutible eso, hubo negligencia por parte del club a la hora de generar la seguridad interna”, afirmó el funcionario nacional. En tanto, sobre el dispositivo de seguridad, indicó: “El operativo fue todo muy ordenado, fue exitoso y no hubo incidentes”.
No obstante, al respecto de cómo ingresó al estadio el químico con el que se atacó a los futbolistas de River, Berni aseveró sobre el operativo de seguridad: “Un cacheo es exactamente eso: un cacheo, no es garantía de nada”.
Por su parte, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien se encontraba en los estudios de la TV Pública a la espera de que finalizara el partido -televisado por dicha señal- para participar del programa 678, repudió lo sucedido en el estadio de Boca y observó que “en nombre de la pasión se cometen cosas que son inconcebibles”, al tiempo que advirtió: “Si no se toma ninguna decisión, vamos en camino a que una alternativa sea suspender el fútbol”.