El final de Jesús Cariglino en el Frente Renovador fue, como todo en ese partido, confuso y desordenado. Mientras que alrededor de las 18 de este jueves el massismo emitió un comunicado en el que titulaba que “los intendentes echaron” a su par de Malvinas Argentinas, una hora más tarde el senador bonaerense por la Tercera Sección, Roque Cariglino afirmaba: “Nosotros ya nos fuimos del massismo”.
Alertados ambos de la jugada, buscaron, como si a esta altura todavía importara, quedar como los primeros en tomar la determinación. Fuentes del comando de campaña relataron que el sábado pasado se comentó el asunto Cariglino en Tigre –especialmente hubo un intercambio entre Sergio Massa y Graciela Camaño al respecto-, y luego este martes decidieron que, ante la inevitabilidad de lo obvio, era mejor anunciar que lo echaban.
Sin embargo, el sábado pasado, el hermano del intendente (que muchas veces oficia de vocero de Jesús, poco ducho para el manejo mediático), afirmó que “irse del massimo era una posibilidad” y que la decisión se anunciaría en breve.
Finalmente, este jueves, un rato después de que se conociera la noticia de que la cúpula del FR había decidido dejarlos ir, Roque Cariglino sostuvo: “Nosotros ya nos fuimos del massismo. No sé lo que hayan enviado hoy los del equipo de Massa. Pero nos fuimos. Por ahora nos quedamos solos firmes en Malvinas Argentinas. Veremos con el correr de los días”.
Consultado sobre si su partida significa un ingreso al Pro (el intendente tiene una relación de amistad personal con Mauricio Macri), el senador no lo descartó.
El comunicado enviado desde Tigre merece un párrafo aparte. Si bien estaba titulado con la noticia de que echaban a Cariglino, el contenido eran declaraciones del intendente de Olavarría, José Eseverri (del riñón de Massa) inconexas con lo que se pretendía anunciar: “Todos aquellos que vinieron al Frente Renovador a morder un carguito, pensando más en sus propios intereses, no es que se van, nunca estuvieron dentro del Frente Renovador porque no entendieron su espíritu ni su sentido”.
En los tres párrafos subsiguientes tampoco se nombraba a Cariglino ni al hecho de que se lo echaba, sino que hubo que esperar a ver los “tuits” de la cuenta de Eseverri para decodificar lo que estaba pasando. O en su defecto, repreguntar a algún dirigente.
En definitiva, una salida desordenada para una alianza que nunca fue del todo convincente y que desde hace meses provocaba chispazos. No es casualidad que Massa eligiera este jueves por la tarde realizar una recorrida en Pilar con el intendente Humberto Zúccaro, amigo de Cariglino y partenaire en todas sus jugadas políticas. Por ahora Zúccaro deja los pies en el plato.
Insólitamente, a apenas 6 días de su multitudinario acto en el estadio de Vélez y a una semana de sellar el frente electoral con José de la Sota, Massa se encuentra en medio de una crisis interna en el Frente Renovador bonaerense que no le permite exhibir un cambio de clima favorable para su campaña. Ya sin los hermanos Cariglino, ahora la incógnita es cómo decantará el problema con Darío Giustozzi, novela que promete nuevos –y culminantes- capítulos para la semana próxima.
A nivel nacional, las noticias electorales que se aproximan tampoco son alentadoras: en diez días los salteños refrendarán la derrota de los massistas Romero-Olmedo, y en un mes el “Cachi” Martínez volverá a obtener el cuarto lugar para el FR en Santa Fe.
