La embestida de Elisa Carrió no se detiene, solo baja en intensidad, pero desde que pidió la renuncia del ministro de Justicia, Germán Garavano, la relación con el Gobierno de Mauricio Macri se deterioró. Luego de un tiempo de silencio salió con los tapones de punta a criticar el nuevo policial de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y hasta llegó a hablar de facismo.
Según varios funcionarios consultados por Noticias Urbanas y que pertenecen al Pro, con sus críticas, “Lilita se está posicionando para competir con Mauricio Macri” , Algunos llegaron a decir que quiere pelear la interna presidencial de Cambiemnos en las PASO.
Pero, que dijo Carrió sobre la medida de Bullrich. “Nosotros no vamos a ir al fascismo. Esto no significa que la Policía no tenga el poder para mantener el orden, pero a la ministro se le va la mano”, arremetió la líder de la Coalición Cívica en su cuenta de Twitter.
Y luego volvió a escribir: “A los que se enojan conmigo por mi posición en seguridad les digo, el día que maten a un hijo solo por tener pelo largo o ser morocho se van a acordar de mí”.
Como si todo eso fuera poco, Carrió también se metió con un proyecto que el Gobierno considera clave y quiere que se apruebe durante las sesiones extraordinarias. “No me importa lo que opine el Presidente, sostengo lo mismo que decimos desde hace 25 años”, escribió en su Twitter. Lo dijo al referirse a la discusión en torno al proyecto de modificación del financiamiento de los partidos políticos, que el Gobierno quiere impulsar en sesiones extraordinarias en el Congreso, que introduce los aportes empresarios -prohibidos durante las campañas desde fines del 2009- y que está trabado, en buena medida, por el rechazo de la Coalición Cívica.
