La visita de Mauricio Macri a China, adonde estuvo entre el 14 y el 18 de mayo últimos para asistir al “Foro Una Franja y Una Ruta para la Cooperación Internacional” y para reunirse con el primer ministro del país asiático, Xin JinPing, para tratar temas bilaterales, dejó algunos temas para la reflexión.
Una de las primeras conclusiones fue que el enorme país asiático estaría dispuesto a invertir en Argentina -sería una de los pocos países que colaboraría para hacer realidad la “lluvia de inversiones”-, pero esta decisión choca de frente contra la decisión de Mauricio Macri de suspender las obras para construir las represas “Néstor Kirchner” y Jorge Cepernic”.
Xin Jinping, cuando se reunió con el mandatario argentino en le dejó bien en claro en la reunión que sostuvieron el 17 de mayo en el Salón Este del Gran Palacio que si las represas no se hacen , debería olvidar la llegada de yuanes posteriores.
La paradoja es que Cristina Fernández de Kirchner, que no era demasiado partidaria de “salir al mundo” y Mauricio Macri, que sí lo es, compartieron la dependencia de las inversiones de este país comunista, que les exige a sus aliados que lo reconozcan como “una economía de mercado” para no perder legitimidad en el mundo capitalista.
El tema de las represas está ligado con el dinero de China, si los chinos represas también se pierde el financiamiento del Belgrano Cargas.