Como en la dictadura: Morales echó de Jujuy en un micro a 61 inmigrantes

Como en la dictadura: Morales echó de Jujuy en un micro a 61 inmigrantes

Entre ellos había familias enteras con niñes, que habían llegado a la Argentina a mediados de marzo.


El gobierno de Gerardo Morales decidió echar de la provincia de Jujuy y trasladar de manera compulsiva e intempestiva, en medio de las medidas de aislamiento por la pandemia del COVID-10 (y a contramano del DNU que impone la cuarentena), a un grupo de inmigrantes. Entre ellos había familias enteras con niñes, que habían llegado a la Argentina a mediados de marzo. Varios venían a radicarse y se encontraban, en su mayoría, en La Quiaca. Algunas personas también se encontraban allí con intención de volver a sus países justo antes del cierre de fronteras.

El miércoles a la mañana 61 pasajeros oriundos todos de países latinoamericanos fueron subidos a un mismo micro. Para entonces, tres organizaciones (Andhes, Cels y Caref) habían presentado un habeas corpus en nombre de 40 de ellos, que no tenían voluntad de irse, donde plantean su posible privación ilegal de la libertad y que se los expuso a trasladarse en medio de la emergencia sanitaria.

El Gobierno porteño estaba avisado de la llegada de 18 venezolanos que tramitan su condición de refugiados, pero la policía de la Ciudad detuvo al ómnibus cuando llegaba por avenida general Paz y se encontró con el triple de gente. Las autoridades jujeñas habían asegurado que estaban hechos todos los controles. El operativo detectó que ciertos pasajeros no tenían documento, que 9 de ellos habían entrado por pasos no habilitados y que una mujer tenía 38 grados de fiebre.

En el Ministerio de Transporte de la Nación, que había emitido una autorización técnica, dicen que el gobierno de Morales falseó u omitió información. Funcionarios porteños y nacionales estaban escandalizados y furiosos al final del día. A última hora los migrantes eran trasladados a hoteles.

Intervienen el juez federal Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita. Primero se focalizaron en la cuestión sanitaria y humanitaria. Luego analizarán las autorizaciones del gobierno jujeño y la decisión de mandar a gente en un ómnibus, a contramano de las medidas de aislamiento.

Morales ya había blanqueado su pensamiento sobre los migrantes la semana pasada: “No podemos traer a extranjeros ni gente de zonas donde va a reventar la situación. Porque si no, estamos trayendo para que contagie a la familia y a todos. ¡Entonces la cortamos!”, dijo entonces.

Cuando estalló el escándalo aseguró: “No se echó a nadie de la provincia. Muchos de los extranjeros entraron por Bolivia en tránsito a Buenos Aires. Todos hicieron la cuarentena, por eso me parece raro que haya alguno con fiebre (…) No estamos echando gente por la borda en el marco de esta crisis, venga del país que venga (…) se les dio alimento y alojamiento. En el caso de los brasileños y peruanos fueron pedidos por sus embajadas para que sean enviados a Buenos Aires. Los colombianos son hinchas de Medellín, venían de Buenos Aires y los agarró el cierre de fronteras”.

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