La polarización política deja voces fuera de la discusión del modelo de país que la Argentina merece, y predestina al país, en consecuencia, a repetir caminos, tanto con logros como con errores, y excluye del abanico de probabilidades “los cambios de fondo”.
Esta “renovación de raíz del proyecto político” es el que propone Celeste Fierro, precandidata presidencial por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), reflejando la versión de la izquierda ante un panorama electoral fuertemente polarizado.
Fierro recibió a Noticias Urbanas para proponer mayor diversidad de perspectivas a cinco meses de que el país vote quién será el o la que deberá tomar las riendas de un país sumido en una crisis estructural y sometido a un acuerdo “stand by” con el Fondo Monetario Internacional.
Con críticas también a la “burocracia sindical”, la entrevistada llamó a la unión de toda la izquierda y a repensar el modelo que plantea tanto el macrismo como el peronismo/kirchnerismo: “De 250 proyectos del Pro, el PJ le votó 190, por eso somos la verdadera alternativa”.
-¿Cuándo comenzaste a militar para la izquierda?
-Empecé a militar en el 2003 cuando arranqué la facultad, la licenciatura en Trabajo Social y desde ahí no paré. Siempre milité en el MST pero en distintas provincias, por lo que estuve viviendo en Chubut, Santa Fe, acá un tiempo y en Río Negro los últimos cinco años. Ahí es donde comencé a ser candidata.
Y el año pasado, en función de renovar las candidaturas y darle paso a la juventud, en el contexto de todo el fenómeno de la ola feminista mundial y en nuestro país, me vine a Buenos Aires ya que nosotros somos una organización donde muchas compañeras mujeres somos candidatas, somos parte de las direcciones y tenemos roles activos dentro de la organización. Es en ese marco que desde el Movimiento discutimos dar un paso a una candidatura con idea de renovación y juventud. En diciembre lo terminamos de concretar con nuestro Congreso Partidario, donde salió votada por las y los delegados mi precandidatura a presidenta por el MST pero con un objetivo: la renovación y la unidad de la izquierda.
-Frente a la división de la izquierda, ¿estás dispuesta a una alianza con el kirchnerismo/peronismo?
-Mi candidatura está puesta al servicio de la unidad. Nosotros, por ejemplo, convocamos a reuniones con compañerxs del Frente de Izquierda para empezar a discutir sobre la necesidad de la unidad. Hubo congresos del PTS y del Partido Obrero hace un par de fines de semana para definir esto.
Ellos ya han lanzado sus candidaturas propias y para nosotrxs eso no es impedimento. El tema es si esas candidaturas están puestas al servicio de la unidad como la nuestra. Esto no quita, igualmente, que nosotrxs sigamos postulando nuestras propuestas y candidatos en las provincias.
Esta unidad es, ante todo, una necesidad, porque somos nosotros los que estamos planteando una alternativa real a la situación que vivimos.
-¿La apertura y unidad que mencionás es específicamente para la izquierda o también para el kirchnerismo/peronismo como hizo Patria Grande, por ejemplo?
-Para nosotros, lo que se llama “frente anti-Macri” tiene limitaciones porque abarca un espectro muy grande. Si el límite es Macri, ¿qué es lo que hay adentro entonces?
Cabe preguntar cuál es el proyecto político que termina defendiendo el PJ, porque se plantean como independientes pero después es el mismo sector del kirchnerismo que llama a Juan Grabois y a todo el PJ, que son los sectores que de 250 leyes que propuso el Pro, le votaron 190.
El macrismo hace lo que hace con el apoyo de la oposición, y esa oposición es el PJ.
En el país, las gobernadoras y gobernadores del PJ que van desde Alicia Kirchner hasta Bordet o Schiaretti han aplicado el ajuste en cada una de sus provincias casi mandado por el macrismo.
Tanto el PJ como el kirchnerismo no plantean romper con el Fondo Monetario Internacional y mantienen la versión de que este no es el mismo FMI que el de los ‘90, que lo que hay que hacer es renegociar desde otra perspectiva.
Mantener el acuerdo con el Fondo es, aunque lo digan de una manera menos drástica, más ajuste. Con el endeudamiento que tenemos, por más que se renegocie, el país no va a poder pagar lo que hoy tiene de deuda y los intereses de la misma, por lo que este país es una bomba de tiempo.
Por eso, si no se toman medidas de fondo que es lo que proponemos nosotros la salida va a ser, más o menos, similar a la actual porque, ¿de dónde se va a sacar la plata para pagarle al Fondo?
El kirchnerismo dice que quiere invertir en salud, educación, etc. ¿Pero, insisto, la plata de dónde la van a sacar? Porque esto no es la época de Cristina donde había una estabilidad económica, ahora hay una crisis no solo en el marco nacional sino también en el internacional.
Nosotros somos los primeros en querer sacar a Macri, y lo enfrentamos continuamente en las calles, y aun así, la burocracia sindical ligada al peronismo es la que más duerme a la hora de enfrentarlo. Muchas direcciones sindicales son dirigidas por el kirchnerismo y ya hemos visto cómo no han estado a la altura de las circunstancias para enfrentar a cada una de las políticas de ajuste de Macri. Y hasta hemos visto cómo terminan tranzando la gobernabilidad.
-¿Podrías mencionar algún aspecto positivo de la actual gestión de gobierno?
-Creo que lo positivo es lo que se ha venido gestando como oposición: el ascenso de la juventud y las mujeres en las calles, por ejemplo. Creo que se pusieron en agenda muchos temas que nunca se pensaron que se podían llegar a tratar.
-¿Y los aspectos negativos de este Gobierno?
-En principio, que tengan políticas de gobierno dirigidas a la burguesía y no para las y los trabajadores. Son una mentira las “medidas parche” o “paliativas” que están tomando, porque es mentira que congelan precios; éstos los subieron antes de “congelarlos”. Y los salarios no aumentan, entonces la gente no puede salir de la situación de crisis.
Por otro lado, el ofrecimiento de créditos a las familias es para que la población se siga endeudando y no garantizando ingresos reales, para lo cual hay que crear puestos de trabajo digno y genuino, aumentar jubilaciones, asignaciones sociales, etc. Son medidas netamente electorales.
El acuerdo con el Fondo ha sido el sometimiento del país a la política y la economía por parte de las entidades imperialistas. Hoy cualquier cosa que se quiera hacer hay que consultar con Lagarde.
Entonces nos regimos por un Presupuesto del FMI, propuesto por el macrismo pero votado por la oposición.
-¿Qué otra opción te hubiese parecido acertada en vez de acudir al FMI ante el déficit por el cual Macri justificó su decisión?
-Lo que nosotros venimos proponiendo es mayor impuesto a las grandes ganancias y corporaciones. Apenas el macrismo llegó, bajó las retenciones al campo y la megaminería. Es decir, los que supuestamente tienen que aportar porque más tienen, son los más beneficiados.
Desde que entró el acuerdo con el Fondo, el 60% de los millones que entraron se fugaron del país. Y no lo fugamos los que tenemos una caja de ahorro en el banco, sino las grandes empresas.
Y si no nacionalizamos la banca, si el Estado no controla eso, van a seguir siendo las grandes entidades bancarias con los propios propietarios quienes definan hacia dónde se va la plata.
-¿Cuáles son tus propuestas para la economía?
-Lo primero es romper con el Fondo, y dejar de pagar la deuda. Se puede auditar para demostrar que no hay que pagar absolutamente nada. Existirían entonces los fondos para destinar mayor presupuesto para cuestiones claves como la salud, educación y para generar puestos de trabajo ligados a los planes de obras públicas, la construcción de viviendas populares que reactivaría, incluso, distintas ramas de la producción y la economía alrededor de la construcción.
También es importante la nacionalización de la banca y el comercio exterior, como decía, para que sea el Estado quien defina el rumbo de la economía.
Se tienen que reestatizar todos los servicios públicos. Es parte de cómo afecta al bolsillo de las y los usuarios los aumentos terribles de tarifas y de ver cómo se siguen desarrollando para que lleguen a tener un servicio de calidad y que alcancen a la mayoría de la población, que las privatizadas no lo han logrado en todo este tiempo. No pueden garantizar esto ni con subsidios bancados por el Estado, y aumentan las tarifas a su gusto. De esa forma, estamos garantizando las ganancias capitalistas directamente desde nuestros bolsillos o vía subsidio por parte del Estado, quien debe mantener un control porque estas empresas se han llenado de dinero, y nosotros seguimos padeciendo el mal servicio de cada una de ellas.
-¿Qué hacemos con el alto nivel de desempleo?
-En Trabajo, propongo suspender por ley los despidos y suspensiones. En especial en las grandes empresas, donde ahora con la excusa de estar en crisis despiden trabajadores, pero que no es que están en pérdida, sino que lo que no quieren es ganar menos. La empresa que lo haga sin justificativo comprobable, se va a tener que estatizar.
Hay que redistribuir las horas de trabajo de las y los trabajadores. Nosotros hicimos estudios de que con 6 horas de trabajo, manteniendo los salarios al costo de la canasta familiar alcanza para mantener la productividad, es ejecutable, y crearía que gran cantidad de trabajadoras y trabajadores hoy desocupados tengan un puesto de trabajo.
También es necesario el aumento de salarios de acuerdo a la inflación real, inclusive la jubilaciones.
Para nosotros también se tendría que eliminar el IVA de los productos populares. No podemos querer hablar de solucionar los problemas con 60 productos con “precios congelados”, cuando tenés más de 200 que son esenciales para la vida sana.
También hay que terminar la mentira del impuesto al salario, al que ellos le dicen “impuesto a las ganancias”, porque el salario no es ganancia. Los precios no solo deberían congelarse, sino que deberían volver dos años atrás como mínimo.
Por otro lado, hay que prohibir el aumento de los alquileres y de las cosas básicas que garanticen la subsistencia de las personas.
-¿Estás de acuerdo con los planes sociales tal como están planteados?
-Los planes sociales siguen siendo un paliativo. Tienen que existir pero deben ir acompañados con la creación de trabajos genuinos, por ejemplo con la destinación de presupuesto a obras públicas. Solo con una parte del pago de la deuda con el FMI se podrían construir 400 mil viviendas populares que solucionaría dos vías: el acceso a la vivienda digna y la creación de trabajo. Hoy, por más que los sectores que gobiernan se plantean en contra de los planes sociales que el Estado tiene que garantizar, como lo es la vivienda digna, la educación, la salud, etc. que son derechos que deberían estar garantizados, son los que los siguen manteniendo porque no se ocupan de la cuestión de fondo y no combaten la raíz de la pobreza estructural que tenemos.
-¿Qué harías en materia de Educación?
-Eliminaríamos el subsidio que se envía a la educación religiosa. En todo el país son 32 mil millones de pesos que se destinan, también por parte de las provincias que están ajustadísimas, a estas escuelas.
Para nosotros cada uno puede elegir ir a la escuela que quiera y pueda, pero el tema está en que no tengamos que ser nosotros quienes banquemos eso cuando la escuela pública no tiene presupuesto suficiente. Y después, que son estos mismos sectores quienes se niegan rotundamente a aplicar la ley de Educación Sexual Integral, por ejemplo.
-¿Y en cuestiones de género?
-Esa es una de nuestras banderas, y se trata de un feminismo que incluya a todas las disidencias.
El aborto legal es una deuda pendiente y que creemos que no hay que seguir postergando. Desde el primer momento lo planteamos cuando el Senado dio de baja la ley que habíamos ganado en las calles, que lo que teníamos que hacer era hacer una consulta popular vinculante.
Este año con las PASO se podría hacer, es una propuesta que hemos hecho a distintos diputados y diputadas que son quienes tienen que convocarlo.
El 28 de mayo vamos a estar en las calles cuando se presente nuevamente el proyecto en el Congreso y también exigiendo el presupuesto de emergencia para la ley 26485, que es la ley contra la violencia de género, porque si no hay presupuesto esto es letra muerta.
Este año hubo una reducción importantísima para cuestiones de género en el Presupuesto nacional, donde se destinan $11 por mujer al año, lo cual es menos de un peso por mes por mujer.
Si no hay un presupuesto de emergencia, no podemos hablar de políticas reales para terminar con esta desigualdad de poder que existe históricamente.
Por esto queremos la aplicación efectiva de la ESI en todos los niveles, en todas las escuelas, y la actualización de los temas de la ESI porque es una ley de hace varios años que, por ejemplo, no contempla la nueva ley de identidad de género.
La pelea por el cupo trava-trans, y la inclusión, además de la separación de la Iglesia del Estado son dos ítems importantes también. Nuestras listas están integradas por compañerxs trans, travas, etc.
-En las encuestas, después de la inflación, la inseguridad es una de las principales preocupaciones populares. ¿Cuál es tu propuesta o respuesta en base a esto?
-La cuestión está en cómo se sale del estado de vulnerabilidad estructural de la sociedad, porque muchas veces a mayor situación de crisis y empobrecimiento, más situaciones de delincuencia.
Pero el problema está en que hay sectores que quieren solucionarlo con mayor represión y mayor cantidad de policías, y entonces seguimos en la misma discusión: no se soluciona el problema central y raíz. Estamos en contra de las políticas más represivas, sino que hay que solucionar los problemas estructurales: el del trabajo, educación. Hoy uno de cada dos niños viven en hogares donde llegan a la línea de pobreza. ¿De qué seguridad se puede hablar si no se puede garantizar los derechos de esos niños?
-¿Qué opinión merecen las precandidaturas de las dos cabezas más fuertes de la oposición a nivel nacional: Roberto Lavagna y Cristina Fernández de Kirchner?
-Todavía no están blanqueadas estas precandidaturas. Pero ahí yo creo que volvemos a cuestionarnos cuáles son los proyectos que llevan adelante ambos posibles candidatos. A los que hoy los ven como alternativa, llamamos a la reflexión de pensar qué medidas concretas proponen para salir de la crisis. Pero lo cierto es que ellos mismos dicen que van a seguir atados al mismo camino, sin romper con el FMI. Acá la cuestión es que nosotros lo queremos sacar a Macri, pero también cambiar de raíz el proyecto político y económico.
-¿Querés agregar algo en especial?
–Que en la situación en la que está el país, no hay salida real con medias tintas. Si de verdad queremos salir de la situación de crisis y empobrecimiento, hay que tomar medidas de fondo que hoy las levanta la izquierda. Por eso vemos tan necesario el llamado a la unidad para transformarse en una alternativa real y concreta para las mayorías, porque si no se rompe con el FMI, si no se destina esa plata a resolver los problemas centrales del país, no hay salida.
Si el Estado no toma el control de la banca y el comercio exterior, no hay salida. Si no echamos a patadas a las privatizadas que se han llenado sus bolsillos y nos siguen cobrando sin garantizar servicios esenciales, tampoco hay salida. La solución es con la izquierda.