En octubre llegaron a la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano las primeras altas temperaturas y, con ellas, las primeras fallas en la red eléctrica. “Claro que hay cortes, hay cortes y punto”, reconoció Julio de Vido.
El ministro de Planificación Federal, quien ocupa el cargo desde el 25 de mayo de 2003, justificó además que los usuarios con problemas de servicio no hayan sido atendidos. “Este último día no hubo cola de llamados y seguramente siempre algún conflicto gremial hay. Pero son cosas razonables, que pasan en cualquier país del mundo y que obviamente son difíciles de explicar a una persona a la que se le cortó la luz”, señaló, en un extenso reportaje con el periodista Eduardo Anguita en el periódico Miradas al Sur.
De Vido aclaró que hasta el momento el Gobierno lleva invertidos 2.900 millones de pesos para intentar evitar que se repitan los cortes de energía de diciembre del año pasado. Pero, según explicó, las fallas que hubo con las altas temperaturas de octubre son algo que sucede con frecuencia: “Con el primer calor, siempre, en cualquier sistema, surgen fallas, producto de 8 o 9 meses con temperaturas bajas o medias. Saltaron problemas en algunos lugares donde las obras todavía no terminaron, donde calculamos que de aquí a fin de año vamos a terminar, y en otros lugares donde teníamos problemas estructurales muy serios, que pudimos resolver”.
“Para fin de noviembre estarán entrando dos subestaciones transformadoras móviles, que nos van a permitir, ante un colapso de la planta transformadora, poner un transformador en forma móvil para resolver algunos problemas serios, como puede ser en Lugano”, prometió.
El ministro advirtió que “es mentira cuando se habla de que los cortes de servicios eléctricos se producen por la tarifa baja” porque “la tarifa del celular no es baja y el servicio no es mejor que el eléctrico”. De todos modos, aclaró que “la política de quita de subsidios a quienes puedan pagar se va a seguir aplicando”.
La intención, señaló De Vido, es también avanzar con multas para que las empresas eléctricas deban devolver el dinero a los usuarios perjudicados por los cortes: “Los resarcimientos fueron cerca de 400 o 500 millones de pesos, que fueron directamente al bolsillo de los usuarios. Vamos a seguir siendo durísimos con los resarcimientos”.
Pero las multas, advirtió, no siempre surten efecto: “En días pasados sacaron una nota en relación con una multa triple que yo le había aplicado en 2004, no sé si a Edenor o a Edesur. Yo apliqué la multa, no recuerdo ahora cuál fue el evento, porque lo consideré un tema grave. La empresa apeló en la administración y después eso llegó a la Corte. Ellos decían que había sido por un hecho climático extraordinario. Yo lo dije infinidad de veces, más allá de que el hecho climático extraordinario genere inevitablemente el crecimiento de la estadística de cortes, de ninguna manera ningún contrato prevé que sea un hecho de fuerza mayor. Ergo, la multa siempre es aplicable. La Corte dejó firme la multa, y dijo que la triplicación de la multa no era razonable. Tardamos diez años en aplicarle la multa, y no por falencias del Ejecutivo”.
De todas formas, el ministro De Vido defendió la gestión del gobierno nacional: “Hicimos muchas cosas. Cuando asumimos, no llegaba al 20% la titularidad del Estado en la generación eléctrica, hoy supera el 50%. Y las empresas extranjeras, propietarias, entre la red y la generación, no superan el 8%. Cuando nosotros asumimos, estaba cerca del 30%, o sea, hubo un proceso de recuperación, lo que pasa es que hay que ir dándolo en los términos legales que también le convengan al Estado. Y avanzar en este sentido”.