"El Riachuelo es una zona liberada, caldo de cultivo para numerosas enfermedades". ¿Qué hay de nuevo en esta afirmación? Nada. Pero lo que todos conocen desde hace mucho, fue reafirmado oficialmente a través de un informe de la Auditoría General de la Nación. En más de mil hojas, se hace referencia a la existencia de numerosas conexiones y vertidos clandestinos y, además, se hace un listado de 65 empresas radicadas en la zona, aunque el informe señala que éstas "no deben ser sospechadas de la mayor carga de contaminación". Ocurre que ese listado tiene más de diez años y, entre otras cosas, puede no reflejar la situación actual de las mismas.
La investigación de la Auditoría General de la Nación se suma a los informes expedidos por Defensoría de la Nación, Defensoría de la Ciudad y varias organizaciones no gubernamentales, entre las que se encuentra la Asociación Vecinos de La Boca.
"Lamentamos seguir sin conocer con nombre y apellido a los responsables legales de tal masacre, que lenta y cotidianamente se cobra muchas más vidas que Cromañon en una noche y las pasteras uruguayas de finalizar sus obras. Necesitamos se satisfagan los requerimientos que se solicitan, se respeten las Constituciones de las tres jurisdicciones y las leyes vigentes", señala esta organización a través de un comunicado.
Después de recorrer las aguas del Riachuelo, los integrantes de la auditoría reconocieron la existencia de numerosas conexiones y vertidos clandestinos. Por otro lado, el informe oficial insiste con la importancia de realizar estudios epidemiológicos en la cuenca, dado el altísimo riesgo sanitario actual. Citaron a los aireadores como ejemplo de lo mucho que se gestiona caro y mal, pues ello puede servir para causes medianamente contaminados, pero no para el Riachuelo. Resaltaron la ausencia de un plan de gestión ambiental y el concepto de planificación global.