El juez Claudio Bonadio dictó el procesamiento de Ricardo Echegaray y, de esta forma, el ex número uno de la AFIP durante el gobierno de Cristina Kirchner está acusado por los delitos de violación de secreto y falso testimonio.
Es en una causa iniciada por Alfonso Prat Gay contra el ex titular de la AFIP. Peligra así su puesto en la AGN, ya que la ley de administración financiera impide, en su artículo 126, que sea nombrado auditor aquel que tenga “procesos judiciales pendientes o que haya sido condenado en sede penal”. Con el procesamiento dictado por Bonadío, el oficialismo de Cambiemos entiende que están dadas las condiciones para la remoción de Echegaray. Según la norma, sólo basta una resolución firmada por los presidentes de ambas cámaras (en este caso Emilio Monzó, en la Cámara de Diputados y Gabriela Michetti , en el Senado) para provocar la salida del jefe de los auditores.
La causa fue iniciada en 2014 luego de la denuncia de Alfonso Prat Gay, el actual ministro de Hacienda y Finanzas contra Echegaray y otros funcionarios de la AFIP. Echegaray había apuntado a Prat Gay cuando reveló que desde Francia había llegado información sobre evasores argentinos que habían utilizado al banco HSBC para enviar dinero al exterior.
La AFIP había denunciado la existencia de una plataforma ilegal montada por el HSBC y sus directivos para que sus clientes evadieran impuestos. Y acusó también a quienes actuaban como apoderados, como era el caso de Prat Gay, que manejaba la cuenta de Amalia Lacroze de Fortabat y de su nieta Amalia Amoedo. Pray Gay había explicado que las cuentas estaban declaradas y que estaba autorizado a operar por parte de sus clientes, lo que fue corroborado por investigaciones de Bonadio.
Bonadio procesó a Echegaray como instigador por haber impulsado a los funcionarios de la AFIP a hacer la denuncia respecto de Prat Gay. También por violación de secretos, porque consideró que utilizó de manera inapropiada los datos que dio Francia sobre posible evasores argentinos.