Las masivas movilizaciones conocidas como #8N, #18A y #13S fueron la manera más contundente en que la ciudadanía mostró su descontento con distintas políticas del Gobierno nacional de Cristina Fernández, a la vez que encendieron la luz de alerta en sectores de la oposición que debieron –obligatoriamente- escuchar y atender los reclamos expresados hacia toda la clase política.
Tras las elecciones legislativas del domingo 27 de octubre, y conocido el fallo de la Corte Suprema sobre la legalidad de la Ley de Medios, un grupo de caceroleros convocaron, mediante las redes sociales, a una nueva manifestación para el 8 de noviembre, un año después del masivo #8N de 2012.
La convocatoria, sin embargo, no tiene hasta el momento la contundencia esperada. Algunos de los que antes convocaban y actuaban como motor de las marchas, tal es el caso de Luciano Bugallo y Yamil Santoro, decidieron esta vez no adherir a la marcha y no convocar a salir a las calles el #8N.
“No adhiero yo ni ninguna página que convocaba a las anteriores marchas. Casi el 100 por ciento de las páginas de las anteriores marchas están en concordancia en no convocar”, explica Luciano Bugallo en diálogo con Noticias Urbanas.
Entre las razones por las que decidió no adherir a esta nueva convocatoria, Bugallo detalla: “La fecha la puso (Luis) D’Elía, que ya dijo hace semanas que el 8N intentarían destituir a la Presidenta Cristina Fernández. Otro punto es que cuando se convoca esta vez al #8N es el mismo día en que se conoció el fallo de la Corte Suprema en relación a la Ley de Medios. Si en las anteriores marchas se pidió que se respeten las instituciones, no se puede salir ahora a marchar porque no gusta un fallo”.
La fecha elegida es otro de los puntos que Bugallo pone bajo la lupa. Además de coincidir con lo que dijo el dirigente piquetero Luis D’Elía, “no se nos ocurriría hacer una marcha para superar al anterior 8N, es como que el peronismo intente superar un 17 de octubre”, analizó Bugallo. Además, analiza lo desfavorable de realizarla un viernes y resalta lo cercana de la fecha: “Para convocar a una marcha masiva se necesitan 30 días de preparación”.
“Nadie se opone a que la gente salga a las calles a manifestarse. Nosotros decimos que muchos de los que convocaron a las anteriores marchas ahora percibimos señales de que hay una intencionalidad por parte del oficialismo de que esta marcha se haga”, agregó Bugallo a Noticias Urbanas.
Desde la vereda de enfrente, quienes convocan a marchar de todas formas el 8N hicieron circular un mail con el asunto “no se dejen engañar por los kk” donde se deja en claro la continuidad de la convocatoria y se denuncia “hay páginas de Bugallo y cia. boicoteando el 8N, no se la dejen pasar”. “Me llego éste mail, donde supuestamente yo estoy boicoteando el #8N, porque no adhiero. ¿Porque no juegan de frente?”, respondió Bugallo vía Twitter.
Santoro, por su parte, sostuvo: “Quiero, con franca solidaridad, evitar que abusen de la buena fe de muchos de nosotros”, en relación a la convocatoria realizada tras el fallo de la Corte por la Ley de Medios. “Marchar no tiene sentido. Habrá muchas batallas políticas y jurídicas que dar para impedir que esta ley cercene la libertad de expresión”, determinó, y llamó “a reflexionar sobre la inteligencia de convocar a una nueva marcha, de invertir su preciado tiempo en salir a protestar por algo en abstracto y que nuestros esfuerzos se esfumen en el aire”.
Luego de que algunos de quienes fueron motores de las anteriores masivas convocatorias no adhieran al nuevo llamado, el mundo cacerolero parece dividirse. Sin embargo, quienes aún están apoyando la reedición del #8N no dan marcha atrás y continúan convocando a la ciudadanía a manifestarse en las calles, a tan sólo días de que lo hayan hecho en las urnas.