Desde que asumió a su cargo como director del Fútbol Para Todos, Fernando Marín se encargó de anunciar una y otra vez que el programa estatal de trasmisiones deportivas Fútbol Para Todos finalizaría el 31 de diciembre del 2016.
Pero la intervención deportiva y administrativa de la Asociación del Fútbol Argentino complicó todos los caminos para el normal funcionamiento de la rescisión de un vínculo que ya tenía fecha de caducidad, no por contrato, sino porque los clubes exigían más dinero ante la dura situación económica y financiera que atraviesan.
Con una Comisión Normalizadora como interventora, y dirigentes del fútbol alienados con el Gobierno de Macri a la espera de implementar por la vía política o por la vía deportiva -Superliga- el modelo de las Sociedades Anónimas Deportivas, se llegó a un “acuerdo” para rescindir el contrato que vencía a mediados del 2019.
Luego de la reunión que mantuvieron los dirigentes este último jueves en el Hotel Savoy, propiedad del presidente del Racing Club Víctor Blanco, llegó la notificación del Gobierno con las condiciones económicas para establecer la salída del FPT. De esta forma la administración macrista cumplirá con la cuota de televisión adeudada, correspondiente al mes de diciembre y desembolsará los $350 millones que le corresponden a los clubes por el compromiso asumido a mitad de año.
Según explicó el periodista Alejandro Casar, los $180 mllones restantes los abonará la empresa estatal Radio Televisión Argentina (RTA) dependiente del Sistema Federal de Medios Públicos que conduce el polémico Hernán Lombardi. ¿Pero de donde saldrá el dinero? A mediados del 2016 RTA y los canales abiertos (Canal 13, Telefé y el 9) firmaron un contrato por un año para la trasmisión del actual campeonato de Primera División que finaliza a mediados de 2017. El contrato es por $280 millones, del cual ya abonaron la mitad, por lo que RTA entregará a los clubes los $140 millones que aún restan ser abonados. Los faltantes $40 millones los abonará Axión Energy quien firmó un contrato con RTA para ser el main sponsor del campeonato.
Pero hay una particularidad, que resulta clave para el futuro de la televisación del campeonato de Primera División: El contrato entre RTA y los canales abiertos sigue vigente, por lo que Canal 13 y Telefé podrán continuar emitiendo los partidos, lo que le permtirá al Gobierno mantener “la gratuidad” en CABA y AMBA (donde se puede ver gratis ambos canales) al menos, hasta las elecciones legislativas de 2017.
Según pudo averiguar este portal en diálogo con distintos dirigentes que estuvieron presentes en la reunión del Hotel Savoy, el Gobierno se retira del fútbol con algunas imposiciones claras: Aprobar la Superliga con el artículo en que los clubes pueden tomar la forma de SAD, y que sea esta nueva entidad que tiene personería jurídica la que negocie los derechos de televisación con empresas privadas en lugar de la AFA, hoy intervenida. De esta forma el Gobierno insiste en que se arregle con las empresas norteamericanas Turner y Fox, aunque económicamente sean mejores las presentaciones de ESPN y Mediapro.
El vicepresidente de Nueva Chicago, Daniel Ferreiro, se manifestó públicamente en su cuenta de Twitter y alertó que la rescisión quedará efectuada solo con la firma de Javier Medín, ex Boca y actual miembro de la Comisión Normalizadora, en búsqueda de “fundirnos y que desesperadamente firmemos con un grupo amigo del Gobierno”.
Así se termina el vínculo estatal en las trasmisiones deportivas, pero mientras la AFA siga intervenida deportiva y administrativamente por títeres de la administración de Mauricio Macri y funcione a gusto y placer de los lobbystas del Presidente como Daniel Angelici, la injerencia del Gobierno será mucho mayor y más peligrosa que en el periodo 2009-2015.