Luego del mensaje en cadena nacional de Cristina Kirchner, el Gobierno se alineó en una posición única que tiene como principal sospechoso por la muerte de Alberto Nisman a Diego Lagomarsino, el especialista en informática que declaró haber llevado un arma de fuego a la torre Parque del complejo Le Parc de Puerto Madero.
Así quedó de manifiesto este miércoles, cuando Aníbal Fernández, secretario general de la Presidencia, declaró: “Nos empieza a preocupar la situación de este muchacho que hacía servicios de inteligencia en las marchas de Cromañón”.
La acusación de Fernández se basa en una denuncia realizada por el abogado José Iglesias, papá de uno de los jóvenes que murió en la tragedia de República de Cromañón. El letrado aseguró que Lagomarsino se presentó como “aficionado” para tomar imágenes de un acto en el que se recordaba el trágico incendio.
De acuerdo a la versión de Iglesias, cuando los padres se acercaron a Lagomarsino para ver las imágenes que había tomado, el empleado de Nisman se excusó y dijo que su máquina tenía un desperfecto. Finalmente se fue y nunca más lo vieron.
Esta vez sin transmisión en vivo por TV, Fernández aseguró, además, que Lagomarsino era un empleado de la UFI-AMIA que tenía un salario muy alto, asimilable al de un secretario, y sus compañeros prácticamente no lo conocían.