Tras la debacle financiera registrada este lunes con una devaluación del 23%, el dólar reabre este martes y trepa 2,3% o $1,34 a $58,64 en bancos y agencias de la city porteña.
En tanto, a más de media hora de la apertura del mercado, no se registran operaciones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC).
Los mercados, y en particular el dólar, reabren tras un lunes de debacle para el mundo financiero en el primer día pos elecciones. El lunes, la divisa se disparó 23% y llegó a $57,30, su máximo histórico. Además la bolsa derrapó más de 38%, las acciones argentinas en Wall Street llegaron a bajar 63%, y los bonos cayeron 14%. El riesgo país estalló y alcanzó los 1.467 puntos.
En una jornada signada por la incertidumbre tras el aplastante triunfo de la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner (Frente de Todos) el domingo en las elecciones PASO, la divisa escaló $10,75 a $57,30 (el alza diaria más alta desde la salida del cepo en diciembre de 2015). Sucedió en una rueda en la que el Banco Central desplegó toda su artillería para morigerar la disparada, con venta de reservas propias (por primera vez desde septiembre de 2018), intervención en futuros y con una tasa récord de 74,752%.
Pese a ese rendimiento, no se lograron atraer a los bancos a pesos, ante los desarmes de depósitos a la vista y a plazo que sufrieron ayer, lo que provocó una expansión monetaria de más de $160.000 millones en un solo día.
Para las economistas, este martes el dólar no tiene techo. Y además preocupa el traslado que pueda tener a precios.
La suba del dólar minorista se dio en sintonía con el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde la divisa voló y se vendió a $53 (un alza de 17,1% o $7,75), luego dealcanzar un récord intradiario de $65.
La de ayer fue una jornada de estupor y pánico financiero. Los mercados reaccionaron con históricas caídas a la estrepitosa derrota de Macri en las PASO, lo que alejó sus posibilidades de reelección. Lejos de asumir responsabilidades, el propio Presidente brindó por la tarde una conferencia de prensa en la que trasladó la culpa al kirchnerismo por la turbulencia.
La plaza local tuvo una de sus ruedas más alocadas desde las crisis de 1989 y 2001, dado el nerviosismo por el derrumbe de hasta el 59% en las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, por el desplome del 37,9% de la bolsa porteña, por la pérdida de hasta 32% en los bonos, y por el salto del 23% en el dólar, además de la disparada del 68,2% del riesgo país argentino, que rozó los 1.500 puntos básicos (su mayor nivel en una década).
El lunes el dólar había pegado un fuerte salto llegando a los 57,30.