El desalojo estaba previsto para este jueves pero se enfrió tras los dichos del Papa. En verdad, se hizo público un cruce de mails que mantuvo con el diputado Gustavo Vera, donde Francisco dejaba bien clara su posición: “Antes no querían desalojar autos y ahora se apuran a desalojar personas”.
No sólo la palabra del Sumo Pontífice, los antecedentes de la Policía Metropolitana, en especial el triste episodio en el Hospital Borda, tampoco ayudaban a inclinar la balanza y efectivizar el operativo. Por eso, el PRO apuesta por enfriar el tema y evitar que se pague nuevamente un costo tan alto.
Así es que siguió al pie de la letras las instrucciones de la jueza porteña María Gabriela López Iñiguez, quien había ordenado también la conformación de una “mesa técnica interinstitucional”, que avanzara en la formulación de un plan para el desalojo de los terrenos ocupados.
Con ese fin, la jefa de bloque de legisladores de PRO, Carmen Polledo, convocó para este viernes a 21 delegados de la toma. Es decir, a todos aquellos que se erigieron como las voces acreditadas tras una mini reunión tres días atrás.
Por un lado, entonces, estarán Polledo junto a otros tres legisladores de PRO; mientras que por parte de la oposición participarán Gabriela Alegre (presidenta del bloque Frente para la Victoria), Javier Gentilini (Proyecto Sur), Marcelo Ramal (FIT) y el mencionado Gustavo Vera, de Verde Alameda.
Los delegados esperan una propuesta de saneamiento y urbanización de las tierras y exigen garantías. A un mes del inicio de la toma son 800 familias las que están instaladas. Por cierto, muchas menos de las que hubo en primera instancia.
La reunión, que se llevará a cabo a las 11:30 en la Legislatura porteña, buscará iniciar un diálogo que hasta el momento estaba trunco.
