El Gobierno porteño anunció, hace poco menos de un mes, que analiza la aplicación de una reforma educativa a partir del 2018 que, entre otros puntos, dispone el inicio de prácticas laborales en las empresas para los alumnos de quinto año.
Como modo de protesta frente a este proyecto, alumnos de al menos 10 colegios públicos de la Ciudad resolvieron tomar los establecimientos. Uno de ellos es el colegio Nacional Buenos Aires, en donde no se aplicaría esta reforma porque no depende del Gobierno porteño sino de la UBA.
“Estamos en contra de la Reforma Secundaria del Futuro. Entendemos que es improvisada, inconsulta, desprolija, que recién se informó con 20 diapositivas enviadas de manera no oficial”, señaló Andrés Luchinsky, uno de los alumnos del establecimiento y miembro del centro de estudiantes.
Señaló, además, que la medida no los afecta, pero que impulsaron la toma del colegio porque “se trata de un ataque a la educación pública”. “Se pretende modificar el 50% del tiempo del quinto año para hacer pasantías gratuitas y obligatorias en empresas, probablemente de forma precarizada, y sacar tiempo de clases”, afirmó.
En los últimos años, la ministra de Educación porteña, María Soledad Acuña, advirtió que los opositores a la reforma de la escuela secundaria tienen “temor” por su “falta de información”. “No hay que pensar las prácticas educativas que se exigirán en quinto año (en 2018) con el formato que teníamos antes de ir a una empresa como si fuese solamente ocupar una silla que ocuparía un adulto a ver qué se siente”, aseguró.
“Los alumnos irán (a las empresas) con un objetivo educativo y pautas específicas, y con un seguimiento pedagógico porque esa práctica también va a ser evaluada”, amplió la funcionaria.
La toma en el Nacional Buenos Aires comenzó el jueves. Los alumnos, que instalaron un camping en el interior del establecimiento, están sin la presencia de padres y aseguran que no levantarán la protesta hasta que no se de marcha atrás con la medida. Hasta el momento no hay dictado de clases.
El rector de la institución educativa, Gustavo Zorzoli, indicó que a partir de este miércoles se pondrá ausente a los alumnos que participen de las tomas. Lo mismo harán las autoridades del colegio Carlos Pellegrini.
“Es lo de siempre. La toma es un método de protesta visible y somos bastantes responsables los adultos, que quizá no sabemos escuchar y dialogar oportunamente. Otra vez, los pibes solos, en un edificio de 20 mil metros cuadrados, sin el cuidado de los adultos, con la posibilidad de que tengan algún problema, más allá de la legitimidad del reclamo”, señaló.