Tras la reunión que celebraron el último miércoles en la Casa del Chaco, los intendentes y los gobernadores peronistas se darán cita en el Hotel City este martes, para conmemorar el 29º aniversario del triunfo de Antonio Cafiero en las elecciones del seis de septiembre de 1987, una victoria que dio origen a la Renovación Peronista.
Algunas fuentes señalaron que el objetivo de esta movida es “deskirchnerizar” el peronismo, pero la realidad que atraviesa al movimiento que creó hace 71 años el General Perón, es mucho más compleja. La derrota sufrida el 22 de noviembre a manos de Cambiemos obligó al movimiento a replegarse hacia los territorios en los que sostuvo el poder, desde los cuales intentará construir la herramienta que le permita el regreso a la victoria.
En las ocasiones en la que el peronismo fue derrotado -ocurrió en 1983, en 1999 y, la última vez, en 2015- el terremoto arrasó siempre con las conducciones que protagonizaron los fracasos. Cafiero fue el precursor de la primera renovación, recién en 1987, que provocó la salida de Herminio Iglesias y otros dirigentes asociados con “lo viejo”. El beneficiario posterior de la Renovación fue uno de sus colegas, Carlos Menem, que en 1989 volvió a llevar a peronismo a la victoria nacional, después de derrotar al gobernador bonaerense en una elección interna y luego al candidato radical, Eduardo Angeloz, en las generales.
La salida del poder de Menem fue traumática y el resultado fue otra derrota. Esta vez, el sucesor del riojano fue Eduardo Duhalde, que además de pelear contra sus contrincantes de la Alianza, encabezados por Fernando de la Rúa -que a la postre fue su vencedor, en 1999- debió sufrir los embates del propio Carlos Menem, que también le sembró el camino de obstáculos, tantos que lo llevaron a la defección ante el candidato radical.
En 2001, una circunstancia inesperada -la rebelión de su propio electorado- desalojó a de la Rúa del poder y Duhalde cumplió su sueño de ser presidente al llegar a la Casa Rosada por la situación de emergencia que produjo la sublevación callejera. El sucesor de Duhalde fue, finalmente, Néstor Kirchner, un gobernador que contaba con el apoyo de los demás gobernadores, que fueron quienes se lo impusieron al exgobernador bonaerense, que prefería al cordobés José Manuel de la Sota. Su sucesora, Cristina Fernández de Kirchner también se la puso difícil a su contrincante interno, Daniel Scioli. Tantos obstáculos debió sufrir que, al igual que Duhalde, Scioli no pudo imponerse en las elecciones presidenciales y el sucesor de CFK fue, finalmente, Mauricio Macri.
Detrás del evento del NH-City están los gobernadores Domingo Peppo (Chaco); Rosana Bertone (Tierra del Fuego); Carlos Verna (La Pampa); Sergio Casas (La Rioja) y Gustavo Bordet (Entre Ríos). Junto a ellos se alinean los intendentes bonaerenses Gabriel Katopodis (San Martín); Mariano Cascallares (Almte. Brown); Juan Zabaleta (Hurlingham); Eduardo “Bali” Bucca (Bolívar); Martín Insaurralde (Lomas de Zamora); Juan Pablo de Jesús (Partido de la Costa); Gustavo Menéndez (Merlo); Fernando Gray (Esteban Echeverría) y Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas).
Aparentemente, también fueron invitados en esta ocasión el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja y el presidente del bloque Justicialista de Diputados, Diego Bossio. Ninguno de ellos había sido citado el miércoles pasado a la reunión de la Casa del Chaco.