50 mil personas son internadas en hospitales públicos debido a consecuencias de abortos inseguros.
29 mil abortos por mes.
985 por día.
41 abortos por hora.
Una de ellas fue Liz, quien perdió su vida el martes tras sufrir un shock séptico debido a la infección que le provocó el tallo de perejil que se introdujo en la vulva con la intención de perder el embrión que la haría madre una vez más. Liz fue una de tantas mujeres que viven en la precaridad y aberración más grande del sistema patriarcal, machista y capitalista: no tuvo opción.
El aborto legal, seguro y gratuito era su opción. Pero 38 senadores y senadoras el pasado 8 de agosto decidieron sobre su cuerpo. Impusieron su idea sobre la vida que debería llevar y el rol que debería cumplir. Eligieron mirar a un costado y mantener el status quo.
De la muerte de Liz nos enteramos porque fue en la zona norte del Conurbano. En el Hospital Belgrano le extirparon el útero para que la infección no siguiera avanzando y derivaron a la joven a un hospital de mayor complejidad en Pacheco, donde quedó internada en terapia intensiva hasta que murió esta madrugada. Tenía 34 años y un hijo de dos años.
Cuántas más estarán destinadas a sufrir las consecuencias de mantener “aliviada” a Vidal no sabemos, porque no hay registros oficiales.
El caso de Elizabeth -que no es su verdadero nombre- fue dado a conocer por la Red de Profesionales por el Derecho a Decidir, una agrupación conformada por médicos y profesionales de la salud a favor del aborto legal. “Con 24 años se encuentra internada peleando por su vida”, habían informaron en un comunicado, donde también recordaron que “la gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal, dijo que la aliviaría que el aborto siga siendo clandestino”.
#ElSenadoEsResponsable fue el hashtag utilizado en las redes sociales para denunciar a los denominados senadores percha, es decir, aquellos y aquellas que rechazaron el proyecto del aborto legal, seguro y gratuito.
¿El femicidio estatal de Liz también alivia a María Eugenia Vidal? #ElSenadoEsResponsable
— Suzy Qiú (@suzyqiu) August 14, 2018
Los pañuelos verdes siguen en las mochilas y carteras. De hombres y mujeres. En el subte, en la calle y en los trabajos. Las organizaciones siguen trabajando, el reclamo sigue sonando. ¿Cómo nos podemos olvidar, si ya murió otra mujer? #ElSenadoEsResponsable
— Fiorella Sargenti (@FioSargenti) August 14, 2018
Ahora | En Salta, en CABA, en La Plata y en el Conurbano norte se realizan duelos colectivos por la muerte de Elizabeth de 34 años, consecuencia de un aborto inseguro. Lxs responsables: senadorxs que votaron en contra de nuestros derechos #ElSenadoEsResponsable #AbortoLegalEsVida pic.twitter.com/UM2wcvxqku
— #EstamosHaciendoHistoria (@laurasalome) August 14, 2018
Manifestación en contra de María Eugenia Vidal
En Salta, en CABA, en La Plata y en el Conurbano norte se realizaron duelos colectivos por la muerte de Elizabeth. Ese mismo día, las organizaciones feministas organizaron una manifestación en la puerta de la Casa de la Provincia de Buenos Aires, para exigir una respuesta de la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal.
En silencio y con mucha conmoción, se prendieron velas y se exigió una respuesta inmediata del Estado. La Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito repitió, como hace 13 años, su reclamo: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
En todo el país se producen abortos clandestinos, pero no están tan cerca como el de Liz. Según las estadísticas, la mayor cantidad se realizan en las provincias del norte donde, paradójicamente, la mayoría de sus senadores y senadoras votaron en contra. Liz se convierte así en la primera lamentable víctima del femicidio estatal de mantener el aborto en la clandestinidad.