El hombre acumula derrotas. Y teniendo en cuenta su profesión, ese no es dato menor. Sino más bien todo lo contrario. Es lo peor que le pueda pasar a alguien que se dedica a asesorar políticos que aspiran al máximo galardón: la Presidencia de un país. El protagonista de esta historia no es otro que el ecuatoriano Jaime Durán Barba, el consultor estrella del jefe de gobierno de la Ciudad y aspirante a presidente, Mauricio Macri.
El fin de semana pasado volvió a sufrir un duro revés. Esta vez fue en las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el domingo en Brasil. En ellas, la candidata Marina Silva, a la que Durán Barba vendió como la tercera vía y la nueva política tal cual lo hace con Macri, quedó fuera del balotaje muy lejos de los dos primeros y perdiendo casi 20 puntos desde que el ecuatoriano comenzó a asesorarla. Lo que se dice todo un logro, teniendo en cuenta la magnitud -en millones de votos- del electorado de Brasil. Pero lo que le pasó a Durán Barba en Brasil no es nuevo. Algo similar le ocurrió en Paraguay. Por eso Macri no se sumó al entusiasmo que Durán Barba expresó durante la campaña por Silva. Llegando al punto de decir que le ganaría a Dilma Roussef.
En las presidenciales de 2010, el ecuatoriano ya había asesorado a Silva, que en aquella oportunidad sacó 20 puntos y perdió con Rousseff. Pero lo que más le criticaron desde las filas del PRO fue que Durán Barba nunca hizo campaña en territorio brasileño. “Siempre es lo mismo, asesora candidatos a distancia sin recorrer el país y montando una estrategia que lo favorece más a él que a quien dice asesorar. Hacía campaña por Silva desde Argentina escribiendo columnas en Perfil, en las que comparaba a Marina con Macri, para diferenciarlos de las fuerzas tradicionales”, se quejan desde un sector del macrismo.
Hasta pocos días antes de los comicios, el ecuatoriano seguía afirmando que Silva iba a pelear la segunda vuelta. Y trató de convencer a varios de los principales dirigentes de PRO que su pronóstico era infalible. Pero Marina sacó 21 puntos y quedó muy lejos de los 40 que se decía tenía cuando se anunció su candidatura presidencial. Muy atrás de los 40 de Dilma y los 33 de Aécio Neves. Lo que provocó que las críticas en el macrismo contra Durán Barba se multiplicaran.
Un dirigente paraguayo que dialogó con Noticias Urbanas en estricto off the record dijo que lo que le sucedió al ecuatoriano en Brasil “no es nuevo”, ya que le pasó lo mismo en Paraguay. “Acá llegó para trabajar con Federico Franco cuando era vicepresidente de Fernando Lugo y asesorarlo en la interna del partido Liberal, en la cual tenía grandes chances de salir vencedor. En la misma se iba a elegir el candidato a la Presidencia. Él llegó seis meses antes de la elección y entre los cuatro candidatos que había Franco se ubicaba entre el primero y el segundo lugar. Lo asesora y le dice que en las encuestas va muy bien, lo vende como la nueva política y la tercera vía y al final de la historia Franco termina cuarto y muy lejos”, manifestó el dirigente paraguayo.
“Lo mismo que hizo ahora con Silva: lo asesoró a distancia, escribió artículos, pero su principal objetivo es agrandar su agenda de contactos con empresarios, políticos y dueños de medios. Para obtener nuevos clientes y siempre haciendo esto de espaldas a su cliente. Siempre juega a dos puntas, vendiendo espejitos de colores que nunca se traducen en los hechos”, agregó la fuente consultada por NU.
Finalmente, cuando Lugo es destituido y Franco asume la presidencia, el ecuatoriano y a pesar de no asesorarlo más -luego de tan escandalosa derrota en la interna- “sigue vendiéndose como su asesor ante los políticos paraguayos para de esa manera tener un acercamiento con el candidato del partido Colorado Horacio Cartes, que era el principal oponente de los liberales”.
“Para recuperar la relación con Franco le dice que tiene muy buenas relaciones con empresarios de la Ciudad de Buenos Aires en especial con Nicolás Caputo, al que le ofrece importantes emprendimientos en Paraguay que nunca se concretan, terminando en pésima relación con Franco y con Caputo por no cumplirle a ninguno de los dos”, señaló el mismo dirigente.
Y finalizó: “El problema de Durán Barba es que nunca pudo asesorar a un candidato a presidente que termine ganando a pesar de que su máxima ambición es ser el consultor de un presidente exitoso”.
