El 11 de diciembre pasado, la Justicia ordenaba que ninguna pieza del monumento a Colón debía ser desmantelada o trasladada. Poco más de un mes después, diferentes partes aparecieron rotas o dañadas en el piso de la plaza ubicada detrás de Casa Rosada.
Conocida la noticia, fue el mismo jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta quien se acercó al enrejado y afirmó que acudirá a la Justicia para que “se garantice la preservación”. Previamente, su par de Nación, Jorge Capitanich, dijo que la figura “está en proceso de restauración”.
Larreta manifestó estar “preocupado” por las denuncias del especialista Marcelo Magadán, uno de los fundadores de la ong Basta de Demoler, sobre rajaduras.
Por su parte, Alejandro Marroco, uno de los abogados que representan a las siete asociaciones italianas que promovieron amparos para proteger el monumento, se presentó este jueves en la Justicia para entregar un escrito en el que se denuncia el incumplimiento de la prohibición de desmantelar la obra de Zocchi y donde solicita, una vez más, la habilitación de la feria para pedir que el tema pase a la justicia criminal federal.
La rotura impactó, entre otras, en una de las imágenes centrales, la del “genio que señala la tierra lejana”, que se encuentra en el suelo, seccionada y en diferentes pedazos. Su torso está en el sector sur de la plaza, mientras que sus rodillas se mantienen en el frente de la obra, al lado de una grúa que se utiliza para mover cada parte que diariamente es retirada.
Asimismo, la figura del “genio alado”, que la acompañaba en el conjunto escultórico, le desapareció parte de su hombro y también de su cabeza. Los llamados “Titanes del Estudio y del Pensamiento” no corrieron mejor suerte. A uno de ellos ya no se lo reconoce entre los trozos de mármol blanco dispuestos en el piso. El otro perdió parte de sus brazos y de sus manos.
Asimismo, Magadán expresó en diálogo con La Nación: “El monumento presenta pequeñas rajaduras y esto provoca que las piezas puedan romperse con facilidad. Para ser movidas desde su lugar original hasta el pasto se necesita asegurarlas con bandas y sogas especiales que ejercen presión en un material muy poroso y permeable como el mármol”.
Y agregó: “Esta misma presión, mal aplicada ocasiona la rotura de las partes más débiles”.
Por otra parte, el representante del Círculo Italiano, Horacio Savoia consideró que el conflicto debe pasar a manos de la justicia criminal. “Están demandados los dos Estados: el nacional y el porteño. El primero, por generar daño, destrucción y violar la ley. El segundo, por permitir que se hiciera lo que se hizo”.
Con referencia al daño de las piezas que se observan desde el exterior, Magadán dice que al no estar permitido el ingreso en el predio en el que tienen lugar las obras de desmantelamiento, no se puede precisar si el trabajo se está realizando de manera correcta o incorrecta.
“Puede que se trate de piezas distintas. A veces, los escultores colocan una incrustación del material y vuelven a tallar”, explicó. Y agregó: “El problema es que los bloques del monumento tenían muchas rajaduras y si no se los manipula con cuidado existe el riesgo de que se salten o se rompan partes pequeñas.”