“Mesa y Camacho, discriminadores y conspiradores, pasarán a la historia como racistas y golpistas. Que asuman su responsabilidad de pacificar al país y garanticen la estabilidad política y convivencia pacífica de nuestro pueblo”.
La situación y la ubicación de Morales es una incógnita desde que durante la tarde del domingo anunció su renuncia a la Presidencia después de que los altos mandos militares y policiales lo intimaran a dejar la presidencia “para pacificar el país”.
Durante la noche, el propio Morales denunció que se había labrado una orden de detención en su contra, algo que fue ratificado por Luis Fernando Camacho, aunque las fuerzas de seguridad negaron que existiera dicha orden.
El domicilio familiar del ex presidente fue asaltado y saqueado por desconocidos, al igual que las casas de varios funcionarios del oficialistas Movimiento Al Socialismo.
En otro mensaje publicado en Twitter el líder boliviano se mostró “muy agradecido con la solidaridad del pueblo, herman@s de Bolivia y el mundo que se comunican con recomendaciones, sugerencias y expresiones de reconocimiento que nos dan aliento, fortaleza y energía”.
Los golpistas que asaltaron mi casa y la de mi hermana, incendiaron domicilios, amenazaron de muerte a ministros y sus hijos y vejaron a una alcaldesa, ahora mienten y tratan de culparnos del caos y la violencia que ellos han provocado. Bolivia y el mundo son testigos del golpe
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 11, 2019