Martín Farrell, el exdirector de Habilitaciones y Permisos del Gobierno porteño vinculado con la causa que investiga las dos muertes ocurridas en septiembre de 2010 a raíz del derrumbe de un entrepiso en el boliche Beara, podría convertirse en juez de la Ciudad en breve. Días atrás, ingresó a la Legislatura porteña el pliego proponiendo a Martín Diego Farrell como candidato para cubrir 1 cargo de juez de primera instancia en el fuero Contencioso Administrativo y Tributario.
El ex funcionario porteño, hijo del juez homónimo de la Cámara Civil y Comercial Federal, concursó años atrás para convertirse en juez porteño. A pesar de no haber contado con el apoyo del presidente del Consejo de la Magistratura de la Ciudad, Juan Manuel Olmos, ni del consejero Daniel Fábregas, los exámenes, antecedentes y entrevista personal le dieron a Farrell puntaje suficiente para ocupar el puesto 15, un lugar expectante en el orden de mérito aprobado por el plenario del Consejo porteño.
Por más de un año la posibilidad de Farrell de convertirse en juez se mantuvo expectante, pero la designación de la camarista Inés Weinberg de Roca a fines de mayo de 2013, generó un efecto dominó que colocó al aspirante en las puertas de conquistar un juzgado propio. Con la salida de Weinberg de la Cámara, la jueza de primera instancia Fabiana Schafrik fue designada camarista, generando la vacante para la cual es postulado Farrell.
Si bien las chances del exdirector de Habilitaciones de ser designado juez fueron, hace tiempo atrás casi nulas, debido a su procesamiento en la causa Beara, el posterior sobreseimiento liberó su camino.
La Constitución porteña establece en su artículo 57 que “nadie puede ser designado en la función constitucional para designar en la función pública cuando se encuentra procesado por un delito doloso en perjuicio de la administración pública”, por lo que el sobreseimiento de Farrell habilitaría al Parlamento a tratar su designación sin ningún impedimento legal.
Más allá de encontrarse legalmente habilitado para convertirse en juez, son varias las voces legislativas que resaltan cuestionamientos políticos y éticos que dificultarían que el candidato a magistrado conquiste los 40 votos indispensables.
El primer paso para convertirse en juez ya está dado con el ingreso de la propuesta de Farrell para cubrir la vacante (junto con esta propuesta también se presentó la postulación de Rodrigo Pagano Mata para cubrir un cargo de fiscal de primera instancia). El siguiente paso lo deberá dar la Junta de Ética y Acuerdos tratando el expediente, y convocando a Audiencia Pública. En el caso que la Junta dictamine a favor de llevar la propuesta al recinto, los legisladores deberán sumar 40 votos afirmativos.
Si bien este procedimiento debería darse en los próximos días, la Constitución porteña contempla una opción que podría ser la elegida por el PRO para llegar al nombramiento de Farrell como juez pero sin tener que juntar los votos necesarios.
En el artículo 118, el estatuto organizativo de la Ciudad contempla la designación ficta al establecer un plazo de 60 días hábiles para que la Legislatura se pronuncie sobre un candidato a juez. “Si vencido dicho plazo no se hubiere pronunciado, se considera aprobada la propuesta”, expresa la Constitución porteña.
En las filas macristas, por el momento, parece no haber ningún apuro.