El portero Jorge Mangeri, único imputado por el crimen de Ángeles Rawson, pidió en la madrugada del sábado volver a declarar ante la fiscal María Paula Asaro para expresar: “Mi esposa no tiene nada que ver, no la involucren a ella en esto…fui yo”.
Cuando la fiscal, quien estaba acompañada por otros funcionarios de la fiscalía pero no por policías, interrogó sobre qué significaba su expresión, Mangeri explicó que hablaba de la muerte de la joven y que se había tratado de un “accidente”, indicaron a la prensa fuentes judiciales.
La hipótesis sobre la responsabilidad del portero comenzó a consolidarse en la noche del viernes cuando declaró también como testigo una mucama de la familia de Ángeles, de nombre “Dominga”.
La mujer aseguró que el día en que desapareció la menor trabajó en la casa de la adolescente entre las 9 y las 13 y en ese lapso la joven no regresó a la vivienda, en la que estaba durmiendo en una de sus habitaciones uno de los hijos de la “familia ensamblada”.
Sin embargo, las filmaciones de cámaras de seguridad la mostraron regresando al edificio, y no hay registros sobre que haya vuelto a salir por sus propios medios.