Con buena parte del campo político y mediático aglutinado –sólo por estos días- a favor de una polarización que busca asfixiarlo antes del cierre de listas, Sergio Massa y su partido se encuentran en el epicentro de una tormenta de versiones sobre constantes fugas de dirigentes, algunas disparatadas y otras de más probable concreción.
A últimas horas de ayer, circularon con fuerza rumores sobre una posible renuncia a su precandidatura del diputado Francisco De Narváez, versión que se vio luego cristalizada en el sitio web de Perfil e inmediatamente desmentida por el propio dirigente a través de su cuenta oficial de Twitter.
Durante la tarde, en el submundo político bonaerense comenzaba a comentarse una posible fuga del intendente de Olavarría, José Eseverri, idea que resultaba disparatada ya que a esa misma hora estaba Massa con el mismo Eseverri y otros dirigentes en una exposición rural en Olavarría.
El caso de De Narváez tiene otro asidero: si bien no hay nada que pueda dar por sentado que se irá del massismo, varias fuentes confirmaron a Noticias Urbanas (desde hace días) que “el Colorado” está interesado en tender puentes con la cúpula del Pro para una negociación al filo del cierre de listas. Además, quienes disparan esas versiones saben que una partida del diputado nacional pondría prácticamente de rodillas el sueño presidencial de Massa, especialmente tras la salida de Gustavo Posse, Jesús Cariglino y Darío Giustozzi (y la renuncia a la gobernación por parte de Felipe Solá).
También hace días se instala desde los medios que el intendente de Merlo, Raúl “Vasco” Othacehé ya tiene negociado su retorno al kirchnerismo y que lo comunicaría este próximo viernes. Sin embargo, no hay ninguna confirmación ni foto que grafique ello, aunque Noticias Urbanas contactó a operadores del hombre fuerte de Merlo y no descartaron un pase, ni tampoco su permanencia.
“Si viene una definición, será en los próximos días pero no hay nada firme”, señalaron con cautela, a sabiendas que Othacehé no es cualquier apellido y que hace crujir ciertas grietas entre el sciolismo y el cristinismo duro.
Desde el Pro, en tanto, mantienen con firmeza que el intendente Joaquín de la Torre es uno de los que mantiene negociaciones abiertas con el macrismo, y esas filtraciones hacen que su nombre también figure en varias crónicas del mundillo político bonaerense.
Los rumores, que el camino de aquí al 20 de junio demostrará si tenían base real o no, no son antojadizos. La caída de De Narváez (o de todo el FR en general) es interpretada como el paso previo a que Massa pase a ser el precandidato a gobernador de Mauricio Macri, y consagrar así el sueño de buena parte del establishment político, económico y comunicacional: la polarización entre dos bloques, el kirchnerista y el frente Pro-UCR.
