Pese al reto del jefe de Gabinete Aníbal Fernández, el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, parecen no haber escarmentado sobre lo inconveniente que resulta su enfrentamiento mediático. Si bien los roces entre los presidenciables data desde mucho tiempo atrás, la aproximación a las PASO nacionales del 9 de agosto parece encarnizar a quienes aspiran a heredar políticamente a la presidenta Cristina Kirchner.
Aunque Scioli afirmó este miércoles que “no” se “calienta” cuando Randazzo lo critica, sí se ocupó de atacar el principal eje de la campaña del oriundo de Chivilcoy: la gestión. “Reivindico la política ferroviaria de la Presidenta”, dijo el mandatario provincial, ninguneando de este modo al ministro que tomó el fierro caliente tras la escandalosa “Tragedia de Once”. Al tiempo que, justificó a su ministro coordinador, Alberto Pérez, quien aseguró que “Randazzo le hace el juego a Macri” y le achacó tener un doble discurso en relación a las corporaciones mediáticas.
Es que, según Randazzo, Scioli es permeable al poder de los medios concentrados y es con lo que primero machaca a la hora de referirse a él. Otro de las debilidades que el ministro le enrostra al gobernador es su falta de militancia política.
En ese sentido, este jueves, el titular de la cartera del Interior y Transporte volvió a arremeter contra el líder de La Ola Naranja y afirmó: “No me parece ser agresivo decir que Scioli irrumpe en la política en la década de los ’90 con los deportistas famosos. La pregunta que me hago es si esto es cierto o es falso. Y es cierto. Y también es cierto que en realidad Scioli cree poco en la gestión”.
“Decir la verdad no implica ser agresivo. Me parece que también eso es parte de un discurso único que intenta proteger la impunidad que se le da a determinados candidatos, y que impiden que nosotros digamos lo que pensamos y o que queremos”, desafió Randazzo.
El dato político, sin lugar a dudas, radica en que, de a poco y sin reconocerlo, Scioli decidió subir al ring a Randazzo, preocupado -quizá- por que la confrontación pública con quien se adjudica estar llevando a cabo una “revolución ferroviaria”, sumada a los ninguneos de la Casa Rosada, tal como ocurrió en el cierre de listas de la Ciudad, pueda alterar su posicionamiento en la carrera presidencial, en la que hoy Macri parece estar sacándole una luz de ventaja.
No en vano, el ex motonauta insiste con la idea de que el peronismo afronte “unido” los próximos comicios y no duda en responder que el líder del PRO “es el rival a vencer”.
