En su participación en la Cámara de Diputados, el ministro de economía, Martín Guzmán, destacó que para romper con la recesión es necesario “sacarse de encima esa carga de deuda que no se puede pagar”. También destacó los senderos fiscales para lo que resta del año y habló sobre la relación con el FMI.
“No es sostenible que haya reducción del déficit fiscal en 2020. Un escenario alcanzable implica alcanzar el equilibrio fiscal en el año 2023. Y converger unos años después a un superávit fiscal primario entre 0,6% y 0,8% del Producto Bruto Interno”, analizó ante los legisladores.
En cuanto a la deuda, el ministro advirtió en el Congreso Nacional que el gobierno no va “a permitir que fondos de inversión extranjeros marquen la pauta de la política macroeconómica” y remarcó que, en el proceso de renegociación de la deuda externa, “la sociedad argentina está primero”.
“Los países que sufren estas crisis no salen hasta que la deuda no deja de ser una carga que pisa el desarrollo del país”, señaló y destacó el “apoyo y respaldo de la sostenibilidad de la deuda pública externa”, pero advirtió que “hay gente que está jugando otro juego”.
Ante representantes de la CGT, los empresarios, la Iglesia, intendentes y funcionarios, Guzmán expuso durante poco más de una hora ante el plenario de la Cámara baja, trazó un panorama de la situación del país en relación a la deuda y habló de los desafíos a futuro pero aclaró que no iba a dar detalles públicos de la negociación.
El ministro se presentó en el marco de una sesión especial, ante un recinto casi a pleno -se registraron unas treinta ausencias- y en la que la mayoría de los bloques opositores tuvieron la posibilidad de formularle preguntas, más allá de las que le habían adelantado por escrito.
“Los detalles sobre la negociación no se adelantan para proteger a la sociedad argentina, y porque estamos en una negociación justamente”, dijo Guzmán al exponer el mismo día en que llegó al país una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que auditará las cuentas públicas y mantendrá diversas reuniones con funcionarios del gobierno nacional.
Juntos por el Cambio, principal bancada opositora de Diputados, decidió concurrir al recinto para escuchar al ministro pero, en disconformidad con los tiempos asignados para preguntar, no participó de las preguntas posteriores a la primera exposición de Guzmán. Pese a ello, el funcionario agradeció en más de una oportunidad a Juntos por el Cambio y al resto de los bloques opositores por el apoyo en la sanción de la ley de renegociación de la sostenibilidad de la deuda externa.
Enfático en su exposición, el ministro recibió el primer aplauso de la tarde cuando sentenció: “No vamos a permitir que fondos de inversión extranjeros marquen la pauta de la política macroeconómica”.
“Es hora de dar vuelta la página y decirle nunca más a los ciclos de endeudamiento. Hay que acabar con esto para vivir en una Argentina tranquila y con oportunidades”, aseveró y remarcó: “Nunca más a los ciclos de sobreendeudamiento. Nunca más a ciclos que destruyen oportunidades”.
Al trazar un panorama de la situación de país, el ministro dijo que “en los últimos 2 años, 465 mil argentinos entraron en situación de indigencia, y la pobreza aumentó del 28,6% al 35,4%”. “El país tiene una carga de deuda insostenible. Esto es la consecuencia de un esquema económico que estuvo muy lejos de ser exitoso, el colapso de ese esquema”, dijo apuntando al gobierno anterior.
Además, recordó que “Argentina accede al mercado de crédito internacional en 2016 y se vende esta idea de la lluvia de inversiones y la realidad está a la vista: nada de esto ocurrió. Vino deuda pero nunca llegó la inversión productiva”.
“El horizonte que buscamos es consistencia macro económica, dinamismo, crecimiento e inclusión social”, adelantó Guzmán. “No hay peor opción que la austeridad fiscal en periodos de recesión”, explicó. Consideró también que “es condición necesaria para romper una dinámica de recesión que se profundiza, sacarse de encima esa carga de deuda que no se puede pagar”.
En su exposición, apuntó también contra el FM al señalar que “el préstamo más grande de la historia se utilizó para pagar deuda y para financiar la salida de capitales” y dijo que el organismo internacional “también es responsable de la crisis que la Argentina tiene”.
“No se cumplieron los objetivos del programa con el FMI: no ayudó a estabilizar. Pero sí se cumplieron las premisas. El gobierno anterior hizo todo lo que pedía el Fondo”, insistió.
Por último, Guzmán se refirió a los tenedores de bonos: “Está claro con estos números que es necesaria una reestructuración de la deuda. Va a haber frustración de los bonistas”. “Tenemos que tomar compromisos que sí se puedan cumplir, con senderos fiscales y comerciales que sí podemos cumplir. La sociedad Argentina está primero”, concluyó.